Tengo dudas casi más por lo que oigo que por lo que veo. Lo que veo es que detrás de Morales hay cuatro tíos que son un cañón; lo que oigo es que hay que cerrar la portería, mejorar atrás y defender con balón cuando el resultado nos acompaña. Si tuviéramos defendiendo a Alex Muñoz, Ballesteros, Maldini y Mertesacker y Vyntra de carrileros os juro que no hacía salir al equipo ni para tirar la basura. ¿Qué se supone que debe hacer un Caparrós de la vida con Diop, Mate y Sissoko en el centro del campo?, ¿cortar y regar el césped?, ¿echar el balón a menos de dos metros del suelo?, ¿hacer un rondo antes de empezar el entrenamiento? Se me entiende. Al contrario de todo eso tenemos a Andrés Garcia -que tiene de lateral lo que yo tengo de xoto-, Elgezabal -ok-, Cabello -...- y Pampín -un mediapunta que un día un entrenador panenquita lo puso de lateral para sumar efectivos en fase ofensiva ante un bloque bajo-. Pues Calero ve a estos cuatro -junto con Andrés Fernández, que puede ser el mejor portero de la categoría- y en su castizo acento de chulapa madrileño dice: «Buah, no nos va a meter gol ni Dios». Como contrapunto, en el otro lado del campo, jugamos, sí jugamos, con Sergio Lozano, Pablo Martínez y Carlos Alvarez -que no sé cómo no están en Primera División-, Roger Brugué -un misil en Segunda División- y, cuando se decidan a trasladar a Morales al banquillo, Carlos Braut Espí. Pues Calero ve a estos cinco celebrar un gol como cabrones y en su castizo acento de chulapa madrileño dice: «Ahora toca defender con el balón».
Este Levante tiene una mayor facilidad para hacer tres goles, que para no recibir ninguno en todo el partido. El granota promedio debería ver los partidos con la tranquilidad que si el equipo concede uno o dos goles todavía tiene capacidad para contrarrestar el golpe e, incluso concediendo tres, podría optar a ganar el partido. Y esto, lo de tener el álbum de cromos en punta de ataque, pero defender nuestra portería con mejunje Art Attack -cola y papel a partes iguales- es algo que viene ocurriendo desde hace algunas temporadas y que ha sobrevivido al paso de varios entrenadores con una inclinación por poco obsesiva a mantener nuestra portería libre de goles. El empeño en defender, aún con tus peores jugadores, a cambio de no atacar, ahogando a los mejores, es algo que despierta mi más ingenua curiosidad. No obstante, Calero tampoco está potenciando nuestra mejor arma, como hacía Calleja, que no quiere decir que sea igual que Calleja, que no quiere decir que sea peor que Calleja. En Orriols están cambiando las cosas y lo que no hace mucho era cruz, ahora es cara. Con el resultado a favor y después de echar el equipo hacia atrás, las victorias en El Molinón y en Cartagonova hubieran acabado en empate no hace mucho tiempo, no muy lejos de aquí. Después de que el árbitro les hiciera pasar las más oscuras penurias a los jugadores del Eldense y nos sirviera la victoria en bandeja ante un equipo que se defendía con dos hombres menos, el Levante, obligado a marcar, lo hizo y ganó. Con tres a uno en el marcador y el partido visto para sentencia, el Levante se regaló unos minutos de pachangeo paver kien metía gol que recordó a la típica kedada con los xavales en las pistas municipales de Marxalenes que por cinco euros por cabeza alquilas un campo una hora y por seis, te dan balón. ¿cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que pasó? El Levante es líder de Segunda y solo Racing y Éibar le siguen el ritmo. El sábado visitamos La Romareda, estadio del Zaragoza que nos sigue a un punto de distancia, y para entonces prefiero que dirija a nuestros jugadores Calero, por mucho cariño que le tenga a las ventajas de un solo gol, que Calleja, que además es miedica.
Me subo al tren más por la fidelidad ciega que le tengo al Levante que por el convencimiento más puro, pero os invito a acompañarme.
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