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lunes, 18 de junio de 2018

Humor Amarillo

Los mundiales tienen estas cosas. El mediodía del 18 de junio y el mundial de Rusia nos han regalado un interesantísimo Suecia - Corea del Sur, es decir, un combinado que viste de amarillo contra un grupo de chavales que juran ser coreanos bajo una inigualable apariencia de chinos perdidos, tierra natal del popular programa televisivo Humor Amarillo (Espero que a estas alturas ya se sepa qué motivos me han llevado a titular así la entrada). Porque si metemos a colombianos, ecuatorianos y venezolanos en el mismo saco, no hay porque cortarse al hacer lo propio con los japos, los chinos y los coreanos.

Cositas como estas le ponen a Julio Maldonado, Maldini los pelos de punta (los dos que le quedan) son encontradas en el rutinario zapping de las dos de la tarde por unos cuantos y pasan inadvertidas aquellos que aún conservan una vida saludable mientras tanto uno de todo ellos decidió contar lo qué ha pasado. Sí, esta ""crónica"" va ser la única que se pueda encontrar sobre este parido en Internet.

Quince minutos fueron los que necesitó un señor de Teruel en darse cuenta de que "Ibramich no está jugando", dudó, entonces, entre cambiar de canal o no, pero cuando vio que el mando estaba un poco más allá del alcance de su mano, decidió mirar a las cabras por la ventana. (Todo ésto, claro está, suponiendo que el invento de la caja de las luces haya ya llegado a Teruel.) Ibrahimovic no fue convocado, y ha sido por que él ha querido. Faltaría más. Al igual que Zlatan decidió cuando debió ser seleccionado, él también ha decidido el viaje de vuelta. Y, desde que esa gran masa de arrogancia y unida a ella una nariz de dimensiones astronómica llamada Zlatan Ibrahimovic decidiera que iba a dejar de representar a su país haya por donde hubiera una pelota y un par de banderas, la selección sueca ha pasado a ser un grupo de vikingos, algunos hipsters y un negro, con nombres y apellidos largos, complejos y, por supuesto, impronunciables para un señor de Teruel o cualquier mayor de cincuenta años. Suecia no jugaba con Ibra como delantero centro referencia sino que era su señora napia la referencia, no solo del equipo, sino de todo el país. Quizás ahora, sin ese narizotas, Suecia pueda hacer algo serio, porque con él.... una chilena en un partido amistoso.

Enfrente, Corea del Sur que salvo su segundo entrenador, que también fue ayudante de Vicente del Bosque el año en que nos ganamos un rinconcito en el olímpo de los dioses balompédicos, nadie tiene un nombre corriente. Sin duda, un partido cuanto menos... delicadito para el narrador e imposible para un cincuentón de Mora de Rubielos.

Los cuatro atrapados mentales que encontramos la relación entre El desastre de San Siro y el partido de hoy nos lamentamos de que los mafiosos italianos no pudieran jugar: en primer lugar, porque un mundial sin La Mafia no es un mundial del todo, en segundo lugar, porque Italia merece una vendetta frente a Corea (ojalá el fútbol nos dé a nosotros también la oportunidad de revancha) y, en tercer lugar, por no poder ver como Italia y Alemania se partían la cara dejándose puntos en la fase de grupos, siempre y cuando, la FIFA lo hubiera permitido.

No obstante, a pesar de que Italia no formara parte del partido de hoy, los coreanos se empotraron contra su portería como si de achurros se tratasen. Defendieron su territorio de una forma tan aguerrida y solidaria que me devolvieron la esperanza por el fútbol con dos cojones. De hecho, algunos aseguran haber visto al Cholo Simoene animar desde la banda. El portero de los chinos protegió la portería con los reflejos de Doraemon, asumiendo, primero, que Doreamon es coreano y, segundo, que el famoso gato cósmico destaque por sus reflejos.

Suecia empezó a merecer el gol, y tanto fue así que elevaron una querella por injusticia al Tribunal de La Haya que ahora mismo está siendo estudiada. Sin embargo, tienen prioridad la de España por mala suerte frente a Portugal y la de Francia, redactada por los propios franceses porque no se puede ganar jugando tan mal. Corea entendió que bajo el larguero no se empatan muchos partidos y decidió a estirarse en el campo y cuando mejor estaba, el jugador número 12 cometió penalti (aunque con ésto de los números y los chinos hay que tener cuidado). Un penalti tan claro como inútil, fruto, seguro, de esa defensa tan aguerrida y solidaria que le permitió mantener el marcador tal y como había empezado. El árbitro de campo, al parecer, no vio el penalti y mientras un vikingo de dos metros le gritaba y movía los brazos delante suya al tiempo que defendía un contra-ataque, el señor del VAR le susurró al oído: "Oye, tío, vaya penalti te has comido." El VAR mandó a Suecia al punto de penalti y Suecia mandó a un central a tirarlo. Capitán y con el cuatro a la espalda y en el pecho engañó al Dios de los reflejos, a la perfecta amalgama entre Buffon, Kahn, y el topo Casillas, a lo mejor que ha parido Corea, si dejamos a un lado al Amado Líder. Ojalá nuestro Levante unión Deportiva le tire la caña a este chico. Oier nunca me convenció. Solo falta que Tito se quite de encima esa manía estudiantil de dejar todo para el final  y se lance con el coreano, según parece, portugués sabe.

Corea se reorganizó y se proyectó en ataque por que, al fin y al cabo, el de hoy para ellos era el partido más importante en cuatro años y lo de dejarse llevar es una tradición que solo se estila en territorio español. Un cazador de dragones (estoy seguro que esta gente en su tiempo libre hace éso) estuvo muy cerca de igual el partido sobre el descuento, algo que no me hubiera parecido del todo injusto. En la última jugada del partido la pelota chocó con la mano del negro de Suecia que estaba pegada al cuerpo y por mucho que protestara el creador de Samsung ni el VAR, ni el árbitro accedieron.. La clasificación a la fase eliminatoria se les pone en chino filipino a los coreanos pero, por lo menos, ellos lo entienden.