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domingo, 18 de octubre de 2020

En el césped de San Mamés

Nuestra sorprendente animadversión a la derrota en los últimos años, no significa que se nos haya olvidado perder. El Llevant ha palmado cuatro de los cinco partidos de Liga que llevamos y esto es tan real como que Parejo ha marcado el gol de la victoria contra el equipo de su vida. Pero esto también sería mostrar solo un parte muy específica de la realidad. En este sucedáneo de portal web no practicamos la demagogia, ni sesgamos las informaciones, ni nos mueven los intereses; directamente no sabemos qué significa "demagogia". Por tanto, vamos a hacer las cosas debidamente: el Llevant va penúltimo, puede ir último, ha perdido cuatro partidos de cinco, pero podía haber perdido los cinco sin ningún problema. El buen granota, leyendo el calendario de la Liga por primera vez, seguramente vio muy pocos partidos en los que ganar y solo unos pocos más en los que empatar en toda la liga; el buen granota, sin embargo, haciendo un ejercicio de abstracción seguramente pensó: "En Mestalla, en San Mamés, en el Pizjuán y contra el Madrid, palmamos. Y ojo como no ganemos en El Sadar". De momento, el buen granota se ha llevado a la boca un soberbio baño de los granotas (guiño, baño, guiño, granotas) en Pamplona y una convocatoria de Campaña con la Selección que ni tú, ni yo esperábamos. Eso está bien, pero lo que encara el granota de a pie en menos de siete días es una absurda necesidad de victoria contra el Celta que, restando la remontada de la temporada anterior, lleva ganando en el Ciutat desde los tiempos de LuisGar (y en aquel entonces el Celta estaba en segunda y Aspas en el filial).

El puñetero calendario nos ha puesto a los dos redondos hermanos gemelos a la altura de la nuez, pero después de sacar a relucir el granota lado conformista, atendamos a lo que ha ocurrido en el césped de San Mamés. Para empezar, el horario es una puta mierda. Es mejor que lunes a las 21:00h, pero sigues siendo una mierda. Se puede ser mejor que alguien y seguir siendo malo de cojones. Fíjate en Diacabí es mejor que Aderlan Santo pero... Para continuar, en el córner de Alboraya con GradaCentral, había una área especialmente iluminada por el sol que no era nada televisivo (ya lo dijo el señor Tebas: "Lunes a las nueve", de toda la vida). No hemos dicho que íbamos a esconder el lado conformista. Entre los despropósitos visuales, el nulo ambiente, la ausencia de Ayats en las ondas, la fideuà haciendo la digestión y que el balón estaba más parado que en movimiento, nos plantamos tan ricamente en el descanso.

El amigo PacoLo, que como yo, se duerme cada noche en pensando en el equipo que ganó en Pamplona, alineó a los mismos tíos y los alimentó de las mismas malas intenciones. Solamente, el señor pelao cambió a Vukcević por Rochina, pero el psicópata nunca fue la solución a todos nuestros problemas y sigue sin serlo, a día de hoy. Tampoco estoy diciendo que aquí el come-tibias sea un cojo inoperante, entre Maradona (sin medicar) y Yerry Mina existe un amplísimo espectro de jugadores, más que válidos para jugar en el decano del fútbol valenciano, que no influyen de forma regular en el devenir de su equipo. Para empezar, hemos palmao porque Morales ha jugado como en los dos últimos años y no como en los dos últimos partidos (Mestalla y El Sadar), Campaña no ha rascado bola, para que juegue Bardhi bien tiene que oler a delantero y en los duelos aéreos somos el mismo equipo de siempre. Y para terminar, hemos palmado por exactamente lo mismo que en Sevilla (donde Vukcević fue titular): desde que PacoLo levantó del asiento a Muñiz en Marzo de hace dos años y medio existe no-sé-qué-qué-sé-yo en los partidos del Levante que evita el 0-0 a toda costa.

Aunque hoy no lo haya demostrado, ni él ni ninguno, Malsa es un jugón; pero no solo es un jugón, el chavalín ya sabe lo que es sacar una balón en línea de gol en Primera División. Malsa, 1 - CR7 y el enano, 0. Vezo hoy parecía mucho más lento que Williams, pero es que en realidad cualquiera es mucho más lento que Williams. Los señores de Bilbao supieron qué hacer para entrar por las bandas y solo una vez en todo el partido, Miramón leyó la intenciones del rival y va y le pitan penalti. Por suerte, en el fútbol se sigue premiando la anticipación. Con cero a cero en el descanso y, a decir verdad poco que decir, los ilusos quizás creyeron que esto iba a terminar como empezó. Raúl García, un puto guarro, le dio a la cruceta después de dejar a Malsa en el suelo y con una oreja menos: karma instantáneo.

La defensa del Levante de esta temporada (dando a Mestalla de comer a parte) tampoco está tan mal; no somos el muro de antaño, pero tampoco somos la fina lámina de cristal de hace poco. El Madrid pudo crear ocasiones fruto del juego durante una franja de cinco minutos, el Sevilla durante los diez primeros minutos, el Osasuna tiró a puerta una vez y hoy, contra el Athletic, nos estábamos defendiendo bien. Esto, en los tiempos de Alcatrás y Caparrós sería un balance dramático, pero para como estamos y para como somos, ni tan mal. En Sevilla nos quedamos sin premio al final, hoy el fútbol ha sido menos cruel pero nos ha jodido igual. El amigo Berenguer medió-ganó un pelotazo a la espalda de la defensa, chutó casi sin querer y aún así batió a Koke (el portero) que ya tenía bastante con lo suyo. Luego, el mismo Koke, dejó solo a Williams, mediante una suave asistencia con su manopla, para que nos metiesen el segundo.

Los de les barres blaugranes hoy no han jugado nada bien y se han centrado en defenderse y poco más (como en Sevilla) y uno se pone a pensar que el equipo está en descenso, que Campaña no vale nada, que lo de Morales fue un espejismo, que la defensa es de papel, que ¿dónde está aquel juego? hasta que recuerdas que el viernes se murió el padre de un compañero y entonces caes en la cuenta que la cabeza de los nuestros quizás no estuvo todo el partido en el césped de San Mamés.