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lunes, 24 de diciembre de 2018

El día de la niebla

Ser del Levante es divertidísimo; no cosa distinta te mantiene en vilo la víspera a nochebuena. En la montaña rusa de emociones que todo granota cabalga hoy nos ha tocado ver como un partido se nos escurría como arena entre los dedos. La semana pasada, dicha montaña rusa, conectó el larguero de Boateng con una exhibición de Messi y hace dos remontó un cuatro a dos, cardenal del palo en el muslo de Mayoral incluido. Si se pusiese en una balanza el tarro de lágrimas vertidas por todos los madridstas este fin de semana y, al otro lado, el brevísimo instante en el que te das cuenta el gol de Coke es fuera de juego, lo nuestro gana, y por más de un gol.

Vallecas se está convirtiendo en un agujero negro para los granotas; atrás queda el cabezazo de Aganzo, el gol de Ivanschitz en el último minuto o el de Ballesteros en la segunda de las siete victoras seguidas; ahora son los tiempos del póquer de Bueno y el día de la niebla. Vallecas no nos sienta bien (insertese la gastroenteritis colectiva el año que Muñiz secuestró Segunda).

Paquito López ha conseguido que vayamos al estadio de las tres gradas a ganar pero sin la necesidad de ganar (he dicho ganar dos veces en una misma frase y Lucas Alc-atrás se ha perdido). Pero todas esta estas milongas de las necesidades, la posición en la tabla o Europa League se difuminaron cuando el cabrón de Morales le metió un pase con el exterior a Roger, que corría como un poseso cara al gol. El gen ganador que existe en mi, que en comparación con el perdedor es como un ácaro bajo un colchón, despertó y lanzó por los aires el almohadón, las sábanas y el edredón en el momento en que Roger estaba a un L1 + O de ponernos por delante. Dimitriesqui le sacó el pie de Casillas a Robben en la final del mundial y el marcador se quedó como estaba.

Morales, fallón, desparecido y perdido entre la niebla, fue transcendente en los dos momentos más importantes del Levante ayer por la tarde. Firmo arrancarme un par de pestañas a cambio que dé siempre los dos PASES que dio ayer. Sin embargo, no nos olvidemos que es Morales; le entró a Álex Moreno como jamás hay que entrarle a un jugón (y Morales lo sabe) de frente y con las piernas abiertas; el lateral zurdo que hizo estragos por la banda de Coke (ahora iremos a él) le coló un caño a Morales de los que hacen época. Toño terminó por meterse el centro raso de Moreno en su propia portería; si no lo hubiera hecho él, lo habría hecho R.D.T. (Jajajajajajajaja).

Morales salió al rescate y Rochina no desperdició su ASISTENCIA (Morales pásala); su gol, si no hubiese habido niebla es para verlo una y otra vez hasta caer dormido. Dos minutos después uno de la franjita roja arrolló a Rochina dentro del área; en principio, penalti. Pero ni el árbitro, ni el VARman lo vieron.

A Coke parece que los malos de la pelicula en la que Michael Jordan monta un equipo con Bugs Bunny, se le hayan metido por la nariz y le hayan robado el genio que el año pasado demostró tener. No estoy diciendo que Arbeloa lo hubiese hecho mejor, solo digo que, al menos, hubiese estorbado. Ganar sin lateral derecho es un poco dificil, ya se demostró en Huesca. En las páginas del Hola... ay, no... de Marca, se recoge que Álex Moreno no va a escribir carta ni a Papá Noel, ni a los Reyes Magos, ni a lo quien quiera a quien los italiano les escriban porque ya está «saciado» con el regalo de Coke. R.D.T. se aprovechó de Álex Moreno y de Oier para dar la victoria definitva al Rayo.

El propio R.D.T.  metió el tres a uno, pero su gol quedó anulado porque a Ignacio Iglesias Villanueva le dio por soplarle a su silbato. Sería verdad cuando toda representación vallecana en nuestro área volvía ya a suposición mientras R.D.T. engrosaba esas estadísticas que solo a él le importan.

Coke siempre fue de enmendar errores. En Éibar ya forzó un falta desde el costado diestro antes de que Mayoral nos diese el empate y hoy en Madrid rozó la copia. Rochina, asistente en casa de Mendilibar, le envió un pase que oposita a Balón de Oro y el mismo Coke remató al fondo de las mallas, su posición de partida, sin embargo, infringía el fuera de juego.

Que PacoLo conoce al yunque es más que evidente, pero ahora el yunque ya conoce a Paco y la cosa se empieza a poner interesante. El Levante perdió en Vallecas y con ello empieza a ser un fijo en los triples de la quiniela; detrás de cada partido nos espera una sorpresa. Anoche perdimos y el Levante ahora es décimo con los mismos puntos que el octavo y lo que más me duele no es el resquemor que se te queda al salir de vacío de un partido facilón, ni tampoco el penalti no pitado a Rochina, ni tan si quiera que Pichini les cerrase la boca en el último suspiro a medio Mestalla mientras nos superaban en la clasificación; lo que más me duele es que Roger ya no marca uno de cada tres. El mundo se va a la mierda.

domingo, 9 de diciembre de 2018

Al ataque

Morales hoy ha hecho un muy buen partido; no me voy a esconder. En la primera parte, hizo lo que mejor sabe: correr. Morales puede ser una puta máquina si se lo propone. La defensa del Éibar se acojonaba cada vez que mandábamos a José Luis a la guerra porque el cabrón hoy parecía el puto Tirant Lo Blanc. Empató el partido a los nueve minutos en la que menos tuvo que correr y le faltó un pelo de definición después de que Iván Ramis le yerrase el tobillo. El gol de Róber viene provocado por la única forma que había hoy de parar a El Comandante: el patadón al tobillo. Como habéis podido deducir aún así a Ramis se le escapó.

Pero Morales se vino a menos. Cuando solo haces que corretear por el campo de punta a punta, te acabas cansado, y PacoLo tremendamente poderoso en las otras infinitas facetas que ha de manejar un entrenador, hace los cambios tarde y tampoco se atreve a quitar a Morales cuando está cansado y lleva los tacos de la bota de Ramis en el tobillo. Es como si a un cuadro de Sorolla le cae una gota del agua con la que aclara los pinceles.

Tampoco fue un mal partido del Éibar. Es más me atrevería a decir que fue el mejor equipo del partido, también jugaba en casa. Ayer se hubo de soportar un Atlético-Alavés y un Valencia-Sevilla que fueron más jodidos que ver a Morales perder la pelota. Y el fútbol, en su inabarcable sabiduría, se vio en la obligación de compensar regalándonos un partido cojonudo. Este fútbol, con total seguridad, no ganará ligas, pero alegra la existencia. Mendilibar sabe como ganar en esto del balompié y aunque su estilo muestre diferencias con respecto al de PacoLo, ambos beben de la misma fuente. El Éibar nos bombardeo de la mala manera y nosotros forzábamos a su defensa a la mínima opción. La posesión y el orden táctico están sobrevalorados cuando tu equipo es capaz de meter cuatro goles.

Nació el partido con un golazo del Éibar, no de Sergi Enrich (nueve puntos en el Fantasy) sino del Éibar. Juego rápido y preciso, buen cambio de orientación, buen centro, buenísima prolongación y grandísima definición. Respondió Morales segundos después tras recibir un pase de genio de Bardhi. A Morales, como ya se ha dicho, le clavaron una buena falta, y un par de pases después, Jason confesó su amor por Róber Pier a través de un centro. Una debida gestión de los recursos habría provocado que ese gol hubiese ido a para a la saca del Deportivo. Quizás en esa parte del partido hubiera sido interesante meter gol.

Se reanudó el partido y se abalanzó un vendaval sobre nosotros, tres goles y pudieron ser más los que nos colase un Éibar imparable. Pese a que el penalti, que a mi así me lo parece, levante reticencias, el Éibar ralló la puta perfección. A veces cuesta ver jugar así al Barsa o al Madrid. Y encima el Levante pudo contestar. Toño metió un gol de mierda, que fue el 500 de las historia del club en Primera y Mayoral (siete puntos en el Fantasy) se estrenó rascando un punto en la última jugada partido. Amor eterno al entrenador que apuesta por meter cuatro goles aún a costa de recibir otros cuatro.

martes, 4 de diciembre de 2018

El rugido de la rana

SuperDeporte nos ha dedicado una portada. Tan desesperada está la chotera de la ciudad con nosotros, que incluso han recurrido a la negra magia del gafe. Con la victoria por más de dos goles de anoche, el Levante se ha colocado sexto y el periódico deportivo de toda la comunidad valenciana (da risa solo de leerlo, lo sé; pero es su nombre oficial) ha osado relacionar el nombre del club decano con el compendio de letras que forman la palabra: «Europa». Los habitantes de la Avenida Aragón se han percatado que cada vez que un solo granota menta al viejo continente, el Levante pierde el siguiente partido. El mismo que fue a mirar el precio de las entradas en Rocafort, imaginó ver al Levante darse un paseo por Europa en el justo momento anterior a que Alfonso Pedraza le ganase la espalda a Jason Remeseiro. SuperDeporte, conocedor de este fenómeno para-psicológico, ha decidido explotarlo; y mientras con la mano izquierda ofrece una visibilidad a la altura de los merecimientos granotas, con la derecha arroja polvo de hadas para que el club centenario termine el año ocupando nuestra posición actual: líder del fútbol valenciano.

Roger lleva más goles que toda la delantera chota junta; y estoy tan seguro de ello que ni tan si quiera he mirado la estadísticas, no nos vamos a volver ahora serios, disciplinados y profesionales. SuperDeporte nunca fue nada de eso y vacía los quioscos todos los días. Hace unas horas una pequeña cabra trasquilada publicó un tweet echándole la culpa a Unai Emery no solo de haber dejado escapar a Isco, sino también de no haberse negado a traspasar a Roger al orgullo de la ciudad. El día del derbi esa misma oveja publicó un tweet después de que el pichichi granota hiciese su doblete: «¿Quién es ese matao?»

Para quien no lea este portal regularmente, tras un exhaustivo estudio he logrado detectar que Roger mete un gol de cada tres disparos; tan elocuente como que lleva veinticuatro tiros y ocho goles (y estoy tan seguro de ello que ni tan si quiera he mirado la estadísticas). Por ello cuando Roger, que mete uno de cada tres, depositó en las manos de Herrerín un disparo manso y fácil, un loco en Grada Central, por lo visto lector de este blog, pareció como dirigirse al resto: «Tranquilos, el tercero lo va a meter». El segundo máximo goleador nacional, que mete uno de cada tres, volvió a la carga en el segundo periodo rematando un centro de Toño que lamió el palo, y el loco dijo: «Tranquilos, que la siguiente va dentro.» Salió Herrerín de su portería y fue a parar precariamente al círculo central; Roger, que mete uno de cada tres, practicó el disparo, pero su desplazamiento del balón se frenó antes de llegar al área. La máquina que va recoge los datos del partido solo lo contempló como un pérdida, y yo también. Llegó el tercer momento de Roger, que mete uno de cada tres, y no perdonó. El loco de Grada Central mientras erguía tres dedos de su mano derecha celebraba el tanto y su instinto a partes iguales.

Nada voy a comentar del partido de Morales. Todo quedó bastante claro ayer sobre el terreno de juego.

Jason también se apuntó a hacer un partido escandaloso. El cabrón no solo está en el Levante para hacer caños tal y como yo pensaba. El «tio bueno», palabras vertidas sobre al gallego a su paso por Gol Orriols cuando Paco López deicidio cambiarlo contra la Real, corta balones en fase defensiva y da pases que activan hormonas (Jason a Morales justo antes del tercer gol. En Higlights de YouTube próximamente). Además, hace caños que provocan faltas como la que desembocó en el primer gol. Un gol, el primero, que nos hemos hartado de ver en el Ciutat pero marcado en nuestra portería. Chema, que se creía en su propia área, despejó el disparo de Morales que se marchaba fuera. Pero el Athletic le concedió otra oportunidad al que tiene como ídolo a Fernando Hierro; en esta ocasión, volvió a despejar pero dentro de las redes.

Debutó un rumano con la zamarra del Atheltic Club, pero que la entidad vasca considera de la tierra por haber vivido ocho años de su vida en la ciudad del club. ¿Han visto ustedes algún jugador el Athletic abandonar el terreno de juego en camilla? Ya les adelantó yo que la respuesta es no. ¿Han visto ustedes algún jugador rumano en el Athletic? Espero que haya quedado claro. Ganea, persona non grata en Bilbao desde anoche mismo, hubo de pedir la asistencia médicas después de que Roger le propinase un empujón. Urrutia dimisión.

Campaña ayer hizo un partido que ya le gustaría al nuevo Balón de Oro aspirar algún día a poder hacer. Tampoco es que yo preste mucha atención, pero igual que vi las tres pérdidas de Rochina en diez minutos y he dicho que no iba a hablar de Morales, no vi ni un solo fallo en todo el partido al sevillano. Sabía perfectamente que Roger marcaría si tiraba a puerta por tercera vez y por eso el dio el pase de gol en el tercero; se puso nerviosismo cuando el Atheltic le presionaba; le sacaron la típica amarilla que siempre le sacaban a Lerma; y decidió hacer un pared con el palo, sin embargo nunca jamás le devolvió el pase, el motivo: ya era gol. Por ver jugar a Campaña dormiría seis horas mil veces. Me voy a echar la siesta.

sábado, 24 de noviembre de 2018

Roger, Manolito y a campeonar

Este partido con Morales, lo perdemos; estoy segurísimo. En GradaCentralAlta nunca fuimos soldados de José Luis. Hoy antes de empezar el partido, estaba especialmente feliz porque por fin iba a poder ver jugar al Levante sin querer arrancarme las pestañas una a una cada vez que a Morales le diese por imitar a Diego Armando Maradona. Solo Muñiz, y en las horas más bajas del comandante, tuvo cojones a dejarlo en el banquillo. Largo invierno para la pareja de granotas (con suerte seremos tres) que no estaría todo el día cagando si tuviese el culo de Morales. El Pelao de Silla, en su interminable sabiduría, no sentó a Morales porque, otra cosa no pero, tiene dos dedos de frente; más bien fue la concatenación de cinco amarillas la que me envió a casa por el Black Friday el regalo de su ausencia.

En el primer gol, la pelota en lugar de a Coke hubiese llegado a Morales y hubiera tratado de regatear hasta al recogepelotas del otro fondo. Evidentemente, solo hubiese levantado el <<mecachis en la mar>> tras el primer recorte errático. Y en el segundo, o hubiese caído en fuera de juego, o hubiese intentado un regate en lugar de disparar, o la hubiese perdido en la jugada de antes, o hubiese forzado un corner.

Morales afortunadamente no jugó, pero tampoco jugaron ni Campaña ni Postigo y a esos sí los lloré. Una patada menos y un pase más no hubiera estado demás en el centro del campo. La cara de psicópata de El psicópata montenegrino transciende más allá de la apariencia. Independientemente de que el yugoslavo ya contase con amarilla, la entrada que le propinó al mañico azulgrana mereció, por sí sola la roja. Ni a un choto se le puede entrar así. Sin embargo, el mediocre gremio arbitral con el que nuestro país fue agraciado, nos sostuvo con los once jugadores sobre el terreno de juego; motivo más que suficiente como para terminar el partido rodeando a Estrada Fernández, pero sobretodo para rodear también al loco más caro de la historia del Levante. Vuchevich se puede volver por donde quiera que vino. A diez minutos del final debutó Fran Manzanara y jode ver como en tu propia casa tenías un chaval, más joven, más barato, más bueno y más guapo.

No creo que haya sido el mejor partido para ninguno de los tres de atrás.

El Huesca supo hacernos daño a balón parado, pero primero Echeita infringió la regla del fuera de juego y después obstaculizó a Oier en su labor de parar balones. Ya que me sacáis el tema de Oier: aquí tampoco se ha lanzado ninguna piedra a favor de Oier en ninguna guerra en la que él formase parte. Pero el de ahora no es un mal momento. PARTIDAZO DE OIER. El mejor de los nuestros, ésto habla del partido.

En cualquier caso, no porque le anulasen un gol el Huesca iba a dejar de hacer lo suyo y Rivera metió un gol que sí estaba mereciendo su equipo. Ese chaval, en esa posición y con ese apellido... tiene futuro. Reaccionamos mínimamente: creo que también fue Rivera, a la limón con Roger, quien estampó la pelota contra el larguero a la salida de un córner. Roger, que mete uno de cada tres tiros, engañó al portero de apellido indescriptible, con un movimiento de rodilla que da entre gusto y escalofríos al verlo, pero la pelota acabó chocando con su mano.

El cabrón de Roger, que mete una de cada tres, gira el cuello como gira la rodilla. En la última jugada de la primera parte batió al guardameta y a su apellido con un cabezazo inapelable. Roger le da de cabeza mejor de lo que cree. Caicedo, me pongo en pie, metió en toda la temporada solo tres goles más. Aquí sí bancamos a Roger.

Coke Andújar hizo un partido como los que suele hacer Morales, con la única salvedad que hizo tres cosas bien. La primera fue un cambio de juego por el que merece el balón de oro. La segunda fue la asistencia a Roger. Mientras tanto, hizo en banda derecha un falta innecesaria, que terminó en gol porque no supo interpretar que la pelota caería a su espalda. Echeita no perdonó. Perdió un par de balones más y me entraron ganas de quitarme algunas pestañas. Pero hizo un control orientado en el aire por que el debería merecer el balón de oro del año que viene; la jugada derivó en un pase bien filtrado a Jason, que no estaba en fora choc; Boateng aprovechó la descarga del gallego y encañonó su disparo al fondo de la red. Segundo gol que mete Manolito con el portero bajo palos. El linier alzó la bandera un poco antes de que chutase Boateng. Y cuando el árbitro señaló el centro del campo, los oscenses se hicieron los locos. Que si trallón no vale, que si se habían desconcentrado, que si si no hubiese pitado hubieran ido con la velocidad de Oliver Aton a despejar la pelota y demás milongas que al buen colegiado de Estrada Fernández le entraron por un oido y le salieron por el otro; no así las instrucciones del VAR.

Un buen partido de fútbol que no merecimos ganar pero que sobretodo el Huesca no mereció empatar. Y que de no haber habido VAR hubiésemos palmado tres a uno.

lunes, 12 de noviembre de 2018

Maximiliano Ferstappen

No creo que bueno llegue nunca a definir al circuito de Interlagos; uno de los mejores ya se va adhiriendo más al escenario en donde Felipe Massa perdió el campeonato de 2008 en la última curva de la última vuelta. El magnífico trazado situado en los arrabales de la extensísima ciudad de Sao Paulo cuenta con varias curvas de amplio radio, dos largas rectas, una rápida chicane y un constante sube-y-baja como carta de presentación. No creo que se puede pedir más a un circuito de carreras. El asfalto sudamericano divide entre hombres y niños, y Max Verstappen estaba sabiendo bailar entre sus giros. Conduciendo, muy posiblemente, el vólido más rápido y acompañado de la mejor estrateagia, el neerlandés avanzaba disparado hacia una nueva victoria. Sin embargo, la Fórmula 1, de vez en cuando, nos regala golpes de teatro prácticamente inverosímiles. El francés Esteban Ocon, a los mandos de su Force India, ocupando la decimocuarta posición y con ligeras posibilidades de puntuar, entró a concurso.

Tomando como referencia las palabras de Ocon y añadiendo un par de puntadas de lógica puede llegar a entenderse que lo que ocurrió fue lo siguiente: Max, el líder de la carrera, adelantó a Esteban mientras este último realizaba su pit stop. Al salir el francés de la calle de boxes con sus neumáticos recién extraídos de las mantas, calentitos y pegajosos y propensos a agarrarse al alquitrán por muy rápidos que su piloto los pusiese, comenzó a marcar mejores registros personales, hasta que se cruzó con Verstappen, más lento que él pues ya se encontraba en un modo que ayudaba al ahorro recursos. Esteban Ocon responde al carácter de ese bicho raro que conocemos por piloto de Fórmula 1, que sonríe cuando ve 350 km/h en su volante y que peca de egoísta cuando el líder de la prueba puede entorpecer su batalla por ser décimo. Es entonces cuando Ocon pregunta a su ingeniero: "¿Puedo desdoblarme?", el ingeniero sabe, primero, que diga lo que diga su piloto va a intentar desdoblarse y, segundo, que el reglamento no lo prohíbe (y espero que nunca lo prohíba). Sobre un lado de la balanza de Ocon pesaba el riesgo de manchar su conciencia por privar a un compañero de la victoria, pero al otro lado las opciones de poder pasar a ser décimo, desequilibraban. El de Force India decidió que el adelantamiento sería allí donde, con anterioridad, sus intentos hubieron tenido éxito, y ejecutó su plan. Ambos pilotos se encontraron rueda-a-rueda en el punto medio de la citada chicane rápida, cuando la insistencia de Ocon y la tozudez de Max por no ceder ni una sola décima chocaron. Verstappen terminó segundo y Ocon decimocuarto (stop&go, incluido).

Esteban Ocon redujo a añicos la prometedora primera plaza de Verstappen y recibió su correspondiente y merecida sanción. Muy seguramente Ocon asumió esa responsabilidad en el momento en el que pisó el freno un par de palmos más allá de donde lo hizo el sábado al mediodía en su vuelta de clasificación, pero quizás también pensó que Verstappen vería el peligro vestido de rosa en sus retrovisores. La mirada desafiante del exponente de la marca RedBull al salir de su monoplaza ofrecía mucho más discurso que mil palabras. Aquello no se terminaría allí. Verstappen buscó y encontró a Ocon, y cuando se cruzaron sus miradas, no solo tuvo a bien reprocharle la acción sino que le empujó por una, dos y tres veces. Momento en el que la conciencia de Ocon se volvió esfera y se quedó sin aristas.

Verstappen, aún sin calmar, entró en el ante-podio. Kimi le preguntó por lo sucedido y comenzó a colocar una palabra tras otra. Sin embargo, Lewis Hamilton, quien secundó la aparición del neerlandés, puede que viese en el joven piloto de Red Bull el reflejo de aquel brillante piloto británico con muchísima proyección y temperamental que mandó al garete un campeonato mundial por arañar dos centésimas a la entrada del pit-lane de China. El ya cinco-veces campeón, tan espiritual como se muestra tanto como puede, quizás pensase que era buen momento de hablar con su yo de once años atrás a través de Verstappen: "Él tiene derecho a desdoblarse y no tenía nada que perder y tú podías perderlo todo." fue entonces cuando la fiera hizo un amago de amansamiento. Si Verstappen es listo sabrá asimilar el consejo, y no dudo de la inteligencia de un futuro campeón del mundo de la Fórmula 1.

miércoles, 7 de noviembre de 2018

La cara de Borja Iglesias

Tiempo atrás en este portal de Internet, si es que esto merece llamarse de alguna forma, se dijo tajantemente que a Borja Iglesias se le estaba poniendo cara de Álex Geijo. Y se hizo dicha comparación porque el ariete nacido en Suiza, pichichi con el Xerez, delantero en el peor Levante en primera y de nuevo pichichi con el Levante, solo servía para meter goles en la división de plata. Algo similar se lleva diciendo o, mejor dicho, se llevaba diciendo de Roger Martí: mete-goles allá donde ha estado, pero que se quedó a dos velas antes de que Rubí lo cediese en Navidad a segunda división, momento en el cual se volvió a hinchar a meter goles, por supuesto. Borja Iglesias arrastró al Real Zaragoza hasta el play-off de segunda división a base de meter goles como un condenado, y el Espanyol, que en este mercado estival ha bombardeado todo lo que ese movía y olía a plata, estaba loco enrolarlo en sus filas.

Cierto es que el amigo Oso Panda, no es mio pero admito que es acertado, no me cayó muy bien desde el día en que Levante y Zaragoza echaron una pachanga en Teruel con Muñiz en el banquillo. El delantero blanquiazul, que parecía haber sido solo fichado porque tiene que agachar la cabeza cada vez que entra en un ascensor, no paró en todo el partido de darse de hostias con los defensas. Parecía que como no era lo suficientemente bueno tenía que jugar al fútbol de otra manera para poder ganar. A parte, su cara de choto me hace la sangre hervir cada vez que lo veo. (He estado investigando un poco después de ésto y Borja Iglesias jugó en infantiles y en cadetes en el Valencia. No falla.) Nuestro querido Borja no hizo su mejor partido contra nosotros en Barcelona; falló dos-tres que un goleador no se puede permitir mandarlas fuera, y, en ello, yo vi la oportunidad de vengarme de aquella tarde en Teruel y de las facciones de su cara.

Rubí ha dado con la clave para hacer volar a un equipo: un estilo de juego claro y un puto killer que lo meta todo, y en la mayoría de los casos lo primero hasta sobra. El Espanyol sabe a lo que juega, y para triunfar en el Levante a Rubí solo le faltó una defensa con un par de cojones y que la mafia no tuviese tan buen arraigo en Granada. Si Rubí hubiera estado a los mandos del Levante en la 2017-2018 en primera... no hubiéramos secuestrado la segunda división con Muñiz y PacoLo no se habría cruzado en nuestro camino.

A diferencia que el promedio de españoles que habita en este planeta, Borja Iglesias está más cerca de los dos metros que de uno sesenta y, este axioma de los españoles bajitos no es un excepción en los delanteros del país de Raúl González Blanco. Ganamos un mundial con Xavi (1,70), Iniesta (1,71), y Silva (1,70) y nuestro killer fue el ex-barcelonista, ex-sportinguista, ex-zaragocista y ex-colchonero David Villa (1,75); el pino, lo llamaban en el vestuario. De esa selección que nos coronó, dando de comer a parte a Fernando Llorente, solo había uno que podía mirar por encima del hombro al resto y ese ha solicitado la baja después de hacer el ridículo pidiendo un taxi en un córner como último servicio. Con todo ello, quiero decir que la figura de Borja Iglesias, delantero tanqueta, es excepcional por estas latitudes. La roja no aspira a otro como él y la próxima semana hay partidos de selecciones. Hace dos días Borja Iglesias mojó y con su gol hizo ganar a su equipo el partido y acrecentó su cuenta particular a seis goles. Que son los mismos que ya tenía Roger y Roger, además, encaja más en La Roja. Roger Selección.

domingo, 4 de noviembre de 2018

Mi puto yunque; sí, joder

He necesitado todo el tiempo que llevo vivido para catarme de que me encanta no ganar. Al menos, de una forma tan continuada. Me estaba dando ya pereza el hecho de ir al Ciutat el viernes que viene con cinco partidos seguidos ganados, la sombra de JIM y Juanlu persiguiéndonos, el puesto Champions League y la absurda exigencia/necesidad de ganar. Tanto ha sido así que por casi celebro el gol de Pedraza, pero la cantidad residual de amor propio que queda en mí me ha hecho retraerme. Nunca un empate me había sentado tan bien desde el gol, también en el último minuto, de Leo Baptistao, el día en el que el indudablemente asturiano nos perfumó con la postrera gota de su fragancia; Si bien, aquella mañana me alegré por motivos muy muy diferentes.

Por lo que parece soy el único que no se está tirando de los pelos con ese último gol (el chiste con PacoLo sale solo). Los granotas lo hacen por el inherente impulso que recorre tu cuerpo al ver como te levantan dos puntos en el última jugada, los del submarino por seguir sufriendo a Calleja. Campaña (luego iremos a él) salió ovacionado de El Madrigal y no, no era nuestra representación en la aldea, sino agradecimiento dels groguets per manar a Calleja a fer la mà. Un abuelico detrás de la portería de Oier le gritó a Róber: "Pero éntrale, hombre." Roberto le dejó pasillo, el de un avión de Ryanair concretamente, y Alfonso coló un golazo con dedicatoria especial a la afición que no solo tuvo que aguantar su gol inoportuno sino también su rabieta de niño mimado.

La chorra de Campaña ya ha llegado a casa. Y le ha dicho a su mujer que vaya cenando que José llegará cuando llegue. El amigo controló un melón en su propio campo se fue de dos con un regate que en el FIFA siempre te la quitan, le metió el cuerpo a Jaume Costa (hoy uno de nuestros mejores jugadores) le coló un caño a noséquien pero que iba de amarillo. El loco de grada central dijo: "Tira a puerta que la metes", pero Don Pepito siempre tan dado a ignorar a esta gente le metió un pase a Morales que habrá que comprobar sino ha infrigido el horario protegido de las cinco de la tarde. Quien recibiese ese pase por favor. Morales, desaparecido como de costumbre, reapareció por dos veces: la primera conectó con Mayoral y Asenjo se la paró, la segunda también conectó con Mayoral pero Funes Mori se interpusó. Si eres de este planeta el gol es en propia puerta, si eres del Madrid: ¡Ha nacido Vinicius!

Campaña invirtió su último esfuerzo en correr a tres piernas por el césped y pidió el cambio. PacoLo se vió obligado a meter a Doucouré y Coke se quedó en el banquillo y Jason en el campo, Pedraza le cogió la espalda, Róber no salió y el resto ya lo conocéis. Más noticias buenas que malas. El yunque no está ligado con el destino ni nada de eso, solo estaba agazapado o de vacaciones, pero es igual; ya está aquí. El enorme pedazo de hierro que nos a acostumbrado a traer por el camino de la amargura (ascensos incluidos) está de vuelta. Bienvenido de nuevo.

sábado, 27 de octubre de 2018

Amageu els patos que ve tronà

No hay mejor sensación que tenerlos al gélido baño Maria, los de Tribuna nunca sabrán de qué hablo. El Levante te regala muy de vez en cuando tardes maravillosas, sufrimiento garantizado y también cosas como éstas en la que solo quieres llegar a casa. Y no por evitar atascos, imitar a chotos o bañar al nene (¡qué fina ironía!) sino por hacer que tus pantalones pesen un Luis Suárez menos. Roger metió su gol y Poseidón soltó a los perros sobre nosotros, motivos más que suficientes para que el dominguero de turno, que se sacó el pase porque le podría salir gratis el siguente, decidiese volver a casa. En el campo persistimos los reales, los que nos quedamos por poder publicar su tweet de amor infinito al Levante o los que anhelaban el "estás como una cabra" de la parienta al llegar a casa con los cabellos brillantes y pegados a la frente, las ropas chorreando y la manos rígidas.

Poco vimos los reales desde el gol de Roger (seis ya) hasta el decanso porque el goteo de paraguas desfilando por las escaleras fue constante, la carne de De Burgos Bengoetxea no transparenta. El Leganés es un rival peligrosísimo cuando no le vas ganando, pero manso cuando consigues abrir la lata, y parecía que solo el del silbato podía cagarla. Don Ricardo se abstuvo de un escándalo, tan suyo, y completó un partido sin fallos garrafales, sin embargo, nos deleitó con algunos destellos de su buen hacer.

Rochina, que se cree Casadesús jugando a dos por hora, hizo un golazo en el último minuto.

El Leganés nos hizo la de Manchev y nos engañó, le dio al palo tres veces y con estos ya sumamos siete en los últimos cuatro partidos: esto con el yunque no pasaba. Y ya que me sacáis el tema del yunque, estoy preocupado por él, no sé donde está, no aparece, las supuestas vacaciones están siendo demasiado largas. El Levante no es lo mismo sin el yunque. Me arrepentiré de lo que voy a decir pero quiero que vuelva. Un par de partiditos como los de antes no estaría mal. Quizás el yunque solo era el precio que el destino nos hacía pagar por ser tan rácanos jugando al fútbol o quizás hoy el yunque nos cayó del cielo o quizás está ahora mismo en el autobús de la afición del Leganés que vuelve a su casa, baño Maria incluido.

sábado, 6 de octubre de 2018

Viva la madre que te parió, Enis

Estoy seguro que cuando Bardhi mea no se sale. En la pequeña ciudad de Skopje al abrigo de una reconstituyente amalgama de fruta rica en vitamina y que respeta las recomendaciones nutricianales, el dos de julio de cinco años antes del último cambio de milenio comenzó a correr el mito de un chaval que, según los entendidos, no se meaba fuera. Llego a oídos de Tito que ese chaval ya se había hecho mayor, y nuestro eficiente director deportivo dedujo que si meaba tan bien, podría lanzar las faltas igual. De esta forma, empezó a convertirse en realidad. En principio aterrizó en Valencia con la idea de aparecer en un FIFA, comprar el juego a modo de recuerdo y jugar con él hasta que o la play o el ejemplar de EASports dijese: "hasta aquí hemos llegao." Pero en la pretemporada del último año de Juan Ramón, comenzó hacer cosas en los libres directos que como poco despertó recelos entre los estudiosos historiadores que habían oído a hablar de la leyenda del chaval que no se mea fuera. Su lanzamiento a escala mundial fue en San Mamés, cuando demostró que era capaz de meter dos faltas seguidas en dos minutos; muchos ya lanzaron las José Gómez Campañas al vuelo. Yo fui cauto, soy un 100tífiko empírico; sin embargo, después del disparo de hoy a treinta metros de la portería, en la zona de un zurdo, con una barrera adelantada y que va a parar a la PUTA ESCUADRA, no tengo ninguna duda. El mito del chaval de Skopje ha sido revelado y lleva el diez del club decano del fútbol valenciano. 

Es tiempo ahora de aguantar a quienes consultaron el precio de las entradas en Reus, Ontinyent y Rocafort decir que con esta banda vamos a Europa, que ya decían ellos que a Oier había que darle confianza, que así sí, que con Paco hasta la muerte...

Ganemos, y con nueve; Rochina, el Morales sin barba, fue el máximo recuperador de los azulones, seguido muy de cerca por el máximo goleador del Levante en Primera, el máximo asistente y también el máximo chupón. La única diferencia entre las dos máquina de tirar chugaes al fem, es que la que lleva brackets y tatús, la recuperaba treinta metros más lejos de nuestra portería. No hubo salida de balón en la que Rochina no intentase un caño y no hubo balón en largo en el que Morales, después de hacer la bicicleta de turno, mirase al suelo mientras se ajustaba el brazalete. Boateng prefiere jugar de verde fluorescente y con una bocina en la mano. Morales, un toque. Morales, un toque.

Puede que fuese el mejor partido del Levante de El Pelao sin el balón en los pies y la recompensa fue una portería a cero defendida con dos dedos de frente. Sin embargo, tuvimos nuestros momentos artemaníacos. De un tiempo a esta parte nos hemos puesto finolis, hay que sacar el balón jugado sea como sea y cueste lo que cueste. Y nuestra línea defensiva es el grupo de jugones que convirtió a este país en campeón del mundo, ¡hostia ya!; o eso debe pensar Róber Pier cuando recibe la pelota de Postigo y se la da a Cabaco. La cosa tiene gracia mientras ves saltar a Toño, sobre línea de banda, intentando controlar un balón que va a cuatro metros del suelo. Jason ni salta. Pero tiene menos gracia cuando McSimovic roba la pelota en tres cuatros y corre solo hacia la portería que defiende Oier. Gloria eterna al ojo choto que ficha jugadores. Oier nos salvó de una buena.

Nos deshicimos de la pelota, un tal Bruno la lió y Morales hizo impactar su recuperación en la mano de uno de su equipo. Falta y a treinta metros; la grada coreó: "Baaaaaardhi, Baaaardhi.", es automático. Nos volvimos a deshacer de la pelota, Boateng hizo el paripé, Toño la robo, que si un autopase, que si te meto el cuerpo, que si le doy con el exterior y el cero a dos se fue al palo. Toño se lamentó, Muñiz sonrió. Veinticinco minutos más de agonía.

Salió Mayoral a hacer sus cositas y a sumarme un punto en Comunio, he desembolsado la importante cantidad de cero euros por él y es mi único delantero y, por tanto, titular.

Partido igualado, Parejo (, borracho), de muchas patadas, poco fútbol y algo de teatro, en el que no se hacen las cosas muy bien, pero es suficiente para traer los tres puntos a casa. De diez partidos como éste: ocho se empatan, en uno Campaña la lia y en el último Bardhi la enchufa por toda la escuadra.

domingo, 30 de septiembre de 2018

Antonio y David

El Levante ha ganado y ha sido gracias a quienes se fueron del partido del Sevilla mientras discutían con el aire al grito de: "si es que no corren", a quienes exigían que jugase Vuchevich después de verlo jugar tantas veces como goles ha metido Guedes (hace tiempo se imploraba un cambio de Reyes en la Corona Española, ahora el cambio es de centrocampistas. Los tiempo cambian, los tontos no.) También la victoria de hoy ha sido gracias a quienes, después de perder en Valladolid, cogieron el coche, pusieron a Paco López en la radio y mientras soltaban sinsentidos por la boca fueron al Polideportivo Municipal de Rocafort a preguntar por el precio de las entradas.

El Pelao de Silla puso el once patas arriba y los causante de la victoria empezaron con el rollo de los palazos de ciego, el jueves por la noche imperaba el si es que no cambia na. Mucho choto incorrectamente bien orientado. Paquito puso tres defensas porque el sacrificio defensivo de Toño y Jason juntos no sirve ni para un mediapunta; pero diga lo que diga Paquito fue una estrategia amarrategui: donde antes habían dos ahora habían tres. Por instantes, el Levante formó con el mítico 3-3-4 con el que mi hermano arrasaba en la liga Máster del Pro Evolution 6 y ese sistema es la vertiente defensiva de SuperPaco, que nos dure.

El Levante volvió a ser el que era y que por noventa minutos se olvidó de ser. Algún espabilao rompió el pase cuando Ibái congelo el tiempo con un centro de exterior (EN MI PUTA VIDA HE LEVANTADO LA PELOTA DÁNDOLE CON EL EXTERIOR.), y Sobrino remató la faena y la pelota. Gol bien montado pero quizás remediable si a Rochina no le hubiese dado por hacer la elástica con caño de Ronaldinho en el punto de penalti, en el nuestro. Por fortuna el tanto del hijo de tu hermano (Jeje) solo sirvió para sellar la primera remontada de la era PacoLo, que ya tocaba una.

La sangre volvió a correr por las arterias de los nuestros al igual que Jason hizo lo mismo por la banda. La primera jornada firmé jugar con diez pero que en una jugada apareciese y diese una asistencia. Lo firmé, lo firmo, y, si no cambian mucho las cosas, lo firmaré. Pero es que hoy, además de gol, ha aportado. Espectacular. Rochina entendió que la cabeza de Jason era como la escuadra y Jason entendió que los palos de la portería eran las piernas de un lateral, e hizo un caño.

Cabaco, harto de echarse unos pa unos sin camiseta, y sin balón, en Maybe, acertó con la rosca turca en movimiento y un despeje suyo terminó siendo rematado por un señor calvo y con peto naranja que se paseaba por Grada Central y que acabó devolviendo en soberbio cabezazo la pelota al césped. Lo mejor de la temporada. Un gol no levanta ni tantos aplausos ni a tanta gente en Grada Central.

A Morales alguién le tiene que explicar que tiene que jugar a un toque. Morales, un toque. Morales, un toque. Cuando jugó así hicimos algo, cuando no, Toño cogió el rebote estampó la pelota contra la red. Remontemos. Antes Rochina había tirado fuera una, que yo también la fallaría, pero no creo que muchos zurdos la fallasen.

Tras el paso por el vestuario el Levante acojonose y pese a ello, pese a jugar como contra el Betis, tuvimos dos clarísimas: Morales no la metió y Boateng no pudo meterla (dos goles de corner en tres días nunca lo admitiría el señor i griega). El Alavés esclafó una pelota al palo, puede que lo agradezcamos pasado un tiempo y el señor colegiado tuvo a bien jodernos hasta que nos metiesen, pero el yunque fue permisivo. Gracias.

jueves, 27 de septiembre de 2018

Mirando entradas en Rocafort

No somos la última mierda que cagó Pilatos y estamos lejos de serlo, aunque lo hayamos parecido. El fútbol es ésto: un día tienes al equipo Chempions cogido por los huevos, Toño la lía y al día siguiente se te olvida que tenías partido en Valladolid. Nadie sabe donde hemos estado y, aún así, solo un golazo nos ha pivado de puntuar. Ha sido como en el Villamarín pero sin final feliz.

El partido, con dos ex-jugadores en el campo se presentaba peligrosillo. Como lo acabó siendo. Nosotros también teníamos a dos ex-vallisoletanos, pero no dió por hacer el tonto. Poco más recuerdo a sufrir en la primera parte. El VAR nos salvó el culo en la última jugada. Mi abuela me llamó por telefono y solo oyó: "Uy, uy, uy", "ay, por favor", "pero despejadla ya, hombre", "MORALES CHUPOOOOOOÓN".

En la reanudación, el Levante empezó atacando en el mismo saque de centro. Antes de que Campaña recibiese el esférico, seis jugadores pasaron al campo del Valladolid, seis más que todos los azulgranas que cruzaron la línea divisoria en el primer acto. El Valladolid se asustó e hizo una falta que terminó en un corner, que terminó en gol. No era tan dificil: solo había que jugar como siempre. Por otra parte, una de las innumerables cosas a lamentar es que metimos gol, pero de corner, lo que implica tener que volver a esperar otros mil para ver uno. En marzo fue el último y no dio los tres puntos, en esta ocasión el gol de Postigo no corrió la misma suerte.

Ünal fue igual de inofensivo que siempre hasta que dejó de serlo. La pelota sobrevoló el area pequeña, espacio aéreo de nuestro querido Oier que aguardó bajo palos. Ünal le encontró el contrapié a quien ocupa el puesto que un día perteneció  Keylor Navas, pero apareció Cristiano Ronaldo y le robó el gol sobre la misma línea. Oier, con fallo incluido, fue nuestro Pedro López en el equipo de los ciegos. Ha asitido a un cursillo nocturno express sobre como blocar balones y hoy ha puesto en prática lo aprendido. El cursillo ha sido nocturno seguro.

La cara de psicópata de Vuchevich, como algunos apuntan, tranciende más allá de la simple apariencia. La solución a todos nuestros problema robó un par de balones, como Mayoral, Paquito Fenollosa o Morales (no sé si Morales...) pero le sacaron amarilla en los dos que no pudo robar. Su segunda amarilla, desembocó en una falta que desembocó en un córner que, como en Inception, desembocó en un golazo antológico. El gol que todo el mundo sueña con marcar (Chema ya no). Lo advertí en Cornellà: ya es primavera en el Corte Inglés. El córner lo sacó Michel Herrero, una carrera deportiva creada por el Levante y destruida por la vergüenza de la ciudad.

Nada más pasó hasta que se terminó el partido y, aún así, hicimos más cosas que en la primera mitad.

En cierto modo, muy en cierto modo, me alegro... no me descontenta haber acabado palmando este partido. En el caso de que después del gol de Postigo, el Valladolid hubiera seguido haciendo de las suyas algún ejperto entendido hubiera terminado hablando de consistencia defensiva y entonces hubiésemos entrado en el ciclo de los seis mesecitos de rigor con solo una victoria. Solo hay una salida, chavales, y es hacia delante.

domingo, 23 de septiembre de 2018

Mirando entradas en Ontinyent

El partido de hoy, lo crean o no, ha sido un chute magnífico de esperanza, un reencuentro con el pasado, una limpieza absoluta de pequeñas cabras con la lana teñida de azul y grana. El día del Espanyol salí del partido tocado, no por el juego, ni si queria por el resultado, sino por la reacción del promedio de los granotas. Sin tracta previa, quemamos la falla, el casal y la comissió sansera. Que si tenemos que defender mejor, que si tenemos que espabilar, que si por qué no juega Vuchevich, que si por qué no fichamos a Gekas, que si por qué tiramos a Muñiz... el Sevilla nos metió seis y el tiempo puso a cada uno en su lugar: muchos acabaron en el vertedero de twitter; los de siempre, al margen de casos facilmente entendibles, se quedaron dignificando al decano, los mismos que aguantaron la lluvia en un empate a cero contra el Sporting que nos empujó al descenso, los mismos que mitigaban el eco de los jugadores cuando el Celta nos dejó al borde de la desaparción, los mismos que en su piel aún conservan las cicatrices de los martillazos forjados en el yunque de la adversidad. A los otros, su lugar les aguarda esta tarde chupando el cristal y la reja de la cárcel de El Madrigal.

Pensaba que la fama nos había cambiado, pensaba que tener jugadores buenos en lugar de mataos había sofisticado nuestro paladar hasta límites insoportables, que cuando pasas un tiempo en el olímpo del fútbol todo el mundo se vuelve igual de gilipollas; pero gracias a Casadesús estaba equívocado. Las ramas se ha abierto y el sol ha alumbrado la supercifie. Los granotas nunca se fueron, solo estaban camuflados entre tanta lana estridente.

El Levante ofreció un recital con balón, de los mejores minutos de la era Paco López; pero cuando lo perdíamos... la cosa se desmadraba. Quizás debió jugar Cabaco, quizás hubiese sido necesario en ciertos momentos un pelotazo o como si se tratase de un quince añero que tiene un poster de Bad Bunny en su habitación, puede que se hubiese necesitado una patada a tiempo a Ben Yedder. Roger, Mayoral, Morales, Bardhi y Prichich, hasta que la cagó, parecían que jugaban contra juveniles; sin embargo, Aleix Vidal fue el mejor de los nuestros. Merecimos más me suena a poco. Solo nos falló algo: Oier no tenia su día.

Si el fútbol fuera solo el resultado, las clases de matemáticas serían apasionante y retransmitidas por la tele un domingo a las doce de la mañana. Pero como no es el caso, se puede llegar a entender que, a pesar de palmar 1-4, se puede jugar bien e incluso mejor que tú rival; salvo, claro está, que se pertenezca al vertedero, entonces solo entiendes de llorar. En la segunda parte se acabó el partido, mucho calor. En cualquier paso, pudimos ver al hijo de Ettien abrir su cuenta goleadora.

Perder de esta forma entra dentro de los planes de un equipo que va de frente, que no especula, que solo ve la portería, que tiene más delanteros que defensas, que busca la victoria, que es valiente y que arriesga, y cuando arriesgas puedes ganar (Getafe, Éibar, Málaga, Bilbao, Leganés, Betis Las Palmas, Barcelona) o perder (Celta, Espanyol y hoy). De lo contrario, solo puedes perder (o empatar, si eres Muñiz). Al final de la temporada pasada comenté con un amigo que Paco López no llegaba a Navidad, que no aguantaríamos el perder por ir a ganar. Ojalá ese día nunca llegue, pero si ocurre lloraré desconsoladamente. Puede que nunca juguemos mejor.

domingo, 16 de septiembre de 2018

Mirando entradas en Reus

Cornellà siempre fue sinónimo de empate; y empate siempre fue sinónimo de Muñiz, el Geijo de los banquillos (si no lo nombro, muero.). Solo Rubeninho en golazo estelar sobre la bocina e Ivi, en su hábitat, en una pachanga de Copa pudieron escapar del régimen. Y la tarde de hoy era cojonuda para sumar una nueva X a la colección y que MisterChip y esta gente publicasen un tweet de los empate y esas cosas.

El de esta tarde no ha sido uno de nuestros mejores partidos, y aún así nos ha servido para no merecer perder. Tampoco ha sido el más malo de todos, en Sevilla jugamos peor; pero este Levante no juega bien, mete goles y hoy no lo ha hecho. Y no habrá sido por falta de ocasiones, pero entre la nula puntería, los disparos blanditos y las paradas pertenintes, recorremos el camino de vuelta a casa con teleraña en las alforjas.

El Espanyol también tuvo las suyas, evidentemente. Desde que El Pelao de Silla posó su culo en el banquillo del club decano, nuestros partidos se han convertido en un ida-y-vuelta maravilloso. Borja Iglesias va camino de, como Muñiz, en convertirse en Geijo. Y los periquitos leyeron las palabras de Rubí al pie de la letra: "Hay que acabar las jugadas". Darder y Bart Simpson bombardearon a la grada en la primera parte (Como también hizo Bardhi de falta directa. Inexplicable.)

No obstante el lanzamiento de Bardhi a lo Cristiano, la decepción del partido recayó en otro foco, más concretamente en el área técnica. El tio que mejor viste de toda España vio oportuno presentarse al partido como quien va a comprar el periódico la mañana de después de una victoria granota: con polo y bermudas de dudosa calidad. Atrás queda aquel maravilloso tiempo en que se presentaba al ciutat en suéter, reloj caro y vaqueros casual. A veces llevaba bufanda.

En la reanudación Diego López impidió el gol de Bardhi de falta directa justo antes de convertirnos en artemaníacos. Sacamos el balón jugado, por primera vez desde que Rubí vestía como Dios manda (sale mal). Nos hicieron la envolvente: "Salid, salid que no presionamos" Granero arrolló a Campaña, eso sí, con dos cojones; la pelota le cayó a Bart Simpson, crujió a Róber y la puso en la escuadra, cuando ya te habías olvidado de la ley del ex. La época de los golazos ha vuelto, ya es primavera en el Corte Inglés.

Nos metieron gol y despertamos, puede que despertásemos antes; pero ya había mucha gente con el tweet en mente y con la preguntita de por qué no defendemos mejor en el disparadero. No merecemos el equipo y el entrenador que tenemos; luego lloramos por montar la barra con Alcaraz, Theofanis Gekas y Pedro Botelho. Morales, chupón, estuvo a punto de firmar una obra de arte pero el disparo le salió al centro. Jason antes del descanso fregó el palo. Roger se apuntó a bombardear a la grada. Luna acarició el gol. Y Mayoral en su debut le hizo la vida fácil a Diego López con blandísimo cabezazo a bocajarro; por otra parte, debe cambiar el chip: ya no le van a pitar falta si se tira. De diez partido como este: ocho se empatan, en uno Bardhi la cuela por toda la escuadra y en el último Campaña la lia.

domingo, 2 de septiembre de 2018

Roger acepta regalos

A nuestros queridos vecinos chotos se les ha metido una tontería en la cabeza; especificaré para no dar lugar a confusiones. Se creen que nos han regalado el empate. Su capitán, con los oídos aún taponados por la verbena de Rafel, su entrenador, del que me sorprende que haya sido absorbido, y cualquiera que en su cuenta de twitter lleve el 100 (¡Qué originalidad! La puta madre) así lo predican a los cuatro vientos, a quien quiera oir e incluso a quien mira hacia otro lado. La chotera desplazada al Ciutat, torrada al sol la media horita más de rigor, se quedó gesticulando, encogida de hombros y haciendo lo que mejor sabe: llorar como un niño sin pipo (Baraja). Uno quería devolver a Gameiro, una semana atrás lo puso en su foto de perfil de whatsapp, para intentar ligar; otro pedía dimisiones, vete ya is coming; alguno saco el pañuelo. Mucha confusión.

Morales cogió el regalo en campo propio, dejó en el suelo a tres o cuatro regalos más, esprintó por casi sesenta metros de pasillo. Él era luz y les rates penades, moscas espachurradas. Se abalanzaron sobre él en el borde del área, pero le pusieron facilidades para abrir el juego a Boateng. El diamante de Accra volvió a ser el que nos tiene acostumbrados: hizo el tirito de mierda del FIFA que muchas veces nos infiere el instinto asesino de reventar el mando contra la tele. Por suerte, su disparo fue a parar... bueno, llegó a los guantes del Papá Noel de Brasil. Roger dejó las cosas claras.

Nos dio tiempo a cantar es un choto el que no bote. Cherichef empató el partido. Los cuatro gatos faltos de personalidad innovaron con el puto sapo, que quedó en un murmullo lamentable. Había quien no se la sabía, almacenar tres palabras era demasiado trabajo; uno ya tenía bastante con repetir qué se preguntaba Mestalla; otro estaba buscando a su mamá. Mucha confusión.

El árbitro le robó la pelota a Wass, tampoco era muy dificil. En otra situación hubiese preferido que la pelota terminase en el parque Orriols por cuestiones relacionadas al honor, la ética y esas gilipolleces; pero hoy deseé con todas mis fuerzas que fuera dentro. Morales remató a puerta. Para los madridistas Morales remató de chilena y con toda la intención pero para quienes emplean más de dos neuronas entienden que el pobrecito ya hacía bastante con tocarla como pudiese. La pelota hizo un arco con la palabra gol, pero el Papá Noel de Brasil la desvió con la mirada y rebotó en el larguero. Neto selección ya.

El partido lo paró Neto para que el agua se deslizase sobre las secas gargantas de los jugadores. Un señor en Grada Central aprovechó para levantarse y: "estirar las piernas". Y, entonces, ocurrió: Levante y Valencia se fusionaron. Ni Canal 9, ni la premsa venent chermanor, ni Cañizares repartiendo prima, ni Mata sacando un penalti del campo, ni Paquito Alcaser; fue el hi**jo de pu**ta de Tebas. A los dos que siguen confiando en la chermanor se les derramó una lágrima. Una.

Bardhi metió un pase, que acabó regalando Wass, de cincuenta metros. Roger domó el esférico libre de presión. No forcejeó con nadie y el hueco le salió solo. La pelota chocó con su pierna hábil, la izquierda y salio despedida con regalada suavidad. El balón rodó por el césped regaladamente y rozó el palo, regalado, antes de entrar. A el Papá Noel de Brasil le pilló a contrapié, ni la saca de regalos pudo pararlo.

Hicimos la del Betis y nos pusimos a tocar. Temí que la primera vez que diésemos más de diez pases seguidos con Paco López nos saliera mal. Sospechas infundadas. El descanso llegó y la gente buscó la sombra, yo opté por la plancha de arriba del todo.

La segunda parte emprendiose. Emmanuel Boateng le hizo un traje de medio millón de pesetas con chaleco, corbata, gemelos y pañuelo, para despotricar, al negraco torpón de los chotos. (Los entendidos de la camiseta con la publicidad dorada aseguran que el negraco fue el mejor del partido. Otra tontería; una más.) Pero después de robarle la cartera en la misma línea de fondo, decidió como nos tiene acostumbrados: mal. Boateng es como una ducha en enero, está bien hasta que te llega en chorro de agua fría. En mi opinión ahí estuvo nuestra victoria.

Toño se hizo la picha un lío y, a pesar de que un loco en Grada Central le avisó de que tenía un choto agazapado a su espalda, sorprendentemente, no le oyó. Acabo tropezándose con el estorbo aquel. Beeeeee, beeeee, beeeeee, beeeee, beeeee. Fueron a protestarle al árbitro. A Parejo le avisaron del penalti. No estaba muy centrado; seguía sonando en su cabeza el clin-clin de los hielos con Becky G de fondo. Oier no se tiró, mucho calor.

La gente empezaba a estar cansadita y el partido se convirtió en un último minuto prolongado durante los últimos treinta. Los palos estuvieron de nuestro lado por dos ocasiones y Rodrigo volvió a enviarle un mensaje a Luis Enrique. El partido se terminó sobrándole media hora, mucho calor.

Con la salvedad de alguna guarrada que tan profundo arraigo tiene en la mal-parida confluencia de la Avenida Suecia con Aragón, contra los chotos, no hay empate malo.

Jaume Vidagañ: 500 millones en fichajes y... 8 años sin ganar aqui.

viernes, 17 de agosto de 2018

Musho Levante

El de esta noche ha sido el primer partido en el que el Levante de SuperPaco se ha enfretado a un equipo que no estaba en vacaciones. Alguno de vosotros seguramente me dirá: "Pero Las Palmas de Paco Jémez fue al Ciutat jugándose la vida" y yo os remitiré de nuevo a la primera frase. El de esta noche ha sido el primer partido en el que el Levante de SuperPaco se ha enfretado a un equipo que no estaba en vacaciones. En Orriols nunca abrazamos la pijadita que tiene la Real Federación Española de Fútbol de poner la primera jornada en agosto; nosotros siempre fuimos más de empezar la liga, a nuestro ritmo, a mitad de octubre, cosa así. Con Rubí nos pasamos: empezar en diciembre no fue muy buena idea, demasiado tarde. Con de Biasi, ni arracamos. Pero el tiempo ha pasado. Autobusazo Muñiz mostró el camino, hay vida en la primera jornada, la victoria sigue valiendo tres puntos. Quien lo diría. PacoLo predicó con el ejemplo del indudablemente asturiano. El Levante ya gana en la primera jornada, y con esta ya van tres seguidas. Hay que aprovechar que este año hay treinta y ocho partidos.

Los Indomables de El Pelao de Silla completaron el partido con el que Muñiz estuvo soñando toda la temporada pasada. En una hora, solo salimos de nuestra área dos veces y fue para meter dos goles. Caparrós, Alcaraz y JIM sonrieron como hace un aficionado a la música clásica cuando oye a Mozart.

El Betis dominó aunque nutriéndose de una posesión tan tonta como la de la selección española... bueno creo que ahí me he pasado. La pelota iba lentamente de banda a banda y cada cinco minutos Bulebúz la mandaba a las nubes. Y, aún así, hicieron más que España contra Rusia. Vergonya.

Tardamos treinta y ocho minutos en pasar de intentar presionar a hacerlo de verdad. Jason perdió el esférico (nefasto su partido con la salvedad de que dio, segundos después el mejor pase del encuentro. No miento: ojalá juegue así toda la temporada.)
Pero como presionábamos arriba, Coke volvió a tener el dominio del cuero a treinta metros de la portería y le mandó una declaración de amor a Jason que acabó llegando a los pies de Roger, a un palmo de la línea de gol. El gallego solo fue un intermediario en la relación de amor entre Coke y Roger.

Recuerdo sufrir como un condenado, pero yo veo el gol en contra aún atacando. He visto el minuto 43 en el marcador tres veces y tras el descanso la tendencia no varió. Ya pensaba yo que estábamos cerca de cubrir el cupo de minutos seguidos defendiendo sin recibir un gol, cuando Coke fingió una falta para evitar un corner. Ignacio Iglesias Villanueva (talismán) no cayó en la trampa. El Betis sirvió un gili-corner y Oier, la que no tuvo que blocar, no la blocó (no nos flipemos ahora) Morales peleó el esférico, avanzó imparable por la banda, tomó el carril central, apareció Bartra, jugador del Betis, haciendo un auto-pase, Morales siguió, dejó en el suelo a Canales y definió con el pu**to exterior. William Carvallo sigue buscándolo, de hecho, lo cambiaron poco después para que pudiera hacerlo con más tranquilidad.

Sin embargo, no creo que sea el mejor tanto de Morales. Salió Bartra, para hacer un auto-pase, sí, pero para manchar una obra de arte, también. Es como si la parte de atrás del estribillo de Bohemian Rapsody te la hace el de la gasolina. Freddy Mercury es bueno en los seis minutos restantes, pero los veinte segundos, porque esta gente no dan pa más, de ininterpretables sonidos no te los quita ni Dio... ni José Luis.

El Betis se puso nerviosito y el Levante se lanzó en ataque a por un colchón mayor, y el plantamiento se hubiese hecho realidad, pero Jason quiso meter al portero y a balón dentro de la portería, la del Pizjuán, digo. Canales protagonizó un piscinazo serio, o eso me pareció a mi en directo porque con cada repetición veía el penalti más claro. Nacho veló por nosotros mandando a los jugadores a beber agua ¿Para cuándo una grada en el Ciutat en honor a este señor?

El minuto ochenta llegó y las gradas se vaciaron. ¿Va a ser el Villamarín como el Mestalla pero en verdiblanco? La tierra es plana, Manchev es mejor que Forlán y el Betis vive manque pierda. Hace un año con el partido resuelto, animaron como locos; hoy, dos goles abajo, Heliopolis parecía una misa de domingo. "Pishaaa, no he visto ver acabar un partido con er Beti perdiendo en mi vida, Hulio." Se oyó en los aledaños.

Prichich se pasó el juego hace mucho. Ese tio toca la pelota como yo he soñado toda mi vida con hacerlo. Muy mal se le tiene que dar para que vea un solo fallo suyo en lo que le resta de vida. Diabuena... cara a portería, falló un control sencillo que le escoró en banda, siguió sin domar la pelota con su segundo control y con el tercer toque sirvió el doblete a Morales. Cero a tres, afonía y liderato. Todos sabemos qué pasó la última vez que salimos líderes del Villamarín. Mañana, a comprar el Super.

lunes, 18 de junio de 2018

Humor Amarillo

Los mundiales tienen estas cosas. El mediodía del 18 de junio y el mundial de Rusia nos han regalado un interesantísimo Suecia - Corea del Sur, es decir, un combinado que viste de amarillo contra un grupo de chavales que juran ser coreanos bajo una inigualable apariencia de chinos perdidos, tierra natal del popular programa televisivo Humor Amarillo (Espero que a estas alturas ya se sepa qué motivos me han llevado a titular así la entrada). Porque si metemos a colombianos, ecuatorianos y venezolanos en el mismo saco, no hay porque cortarse al hacer lo propio con los japos, los chinos y los coreanos.

Cositas como estas le ponen a Julio Maldonado, Maldini los pelos de punta (los dos que le quedan) son encontradas en el rutinario zapping de las dos de la tarde por unos cuantos y pasan inadvertidas aquellos que aún conservan una vida saludable mientras tanto uno de todo ellos decidió contar lo qué ha pasado. Sí, esta ""crónica"" va ser la única que se pueda encontrar sobre este parido en Internet.

Quince minutos fueron los que necesitó un señor de Teruel en darse cuenta de que "Ibramich no está jugando", dudó, entonces, entre cambiar de canal o no, pero cuando vio que el mando estaba un poco más allá del alcance de su mano, decidió mirar a las cabras por la ventana. (Todo ésto, claro está, suponiendo que el invento de la caja de las luces haya ya llegado a Teruel.) Ibrahimovic no fue convocado, y ha sido por que él ha querido. Faltaría más. Al igual que Zlatan decidió cuando debió ser seleccionado, él también ha decidido el viaje de vuelta. Y, desde que esa gran masa de arrogancia y unida a ella una nariz de dimensiones astronómica llamada Zlatan Ibrahimovic decidiera que iba a dejar de representar a su país haya por donde hubiera una pelota y un par de banderas, la selección sueca ha pasado a ser un grupo de vikingos, algunos hipsters y un negro, con nombres y apellidos largos, complejos y, por supuesto, impronunciables para un señor de Teruel o cualquier mayor de cincuenta años. Suecia no jugaba con Ibra como delantero centro referencia sino que era su señora napia la referencia, no solo del equipo, sino de todo el país. Quizás ahora, sin ese narizotas, Suecia pueda hacer algo serio, porque con él.... una chilena en un partido amistoso.

Enfrente, Corea del Sur que salvo su segundo entrenador, que también fue ayudante de Vicente del Bosque el año en que nos ganamos un rinconcito en el olímpo de los dioses balompédicos, nadie tiene un nombre corriente. Sin duda, un partido cuanto menos... delicadito para el narrador e imposible para un cincuentón de Mora de Rubielos.

Los cuatro atrapados mentales que encontramos la relación entre El desastre de San Siro y el partido de hoy nos lamentamos de que los mafiosos italianos no pudieran jugar: en primer lugar, porque un mundial sin La Mafia no es un mundial del todo, en segundo lugar, porque Italia merece una vendetta frente a Corea (ojalá el fútbol nos dé a nosotros también la oportunidad de revancha) y, en tercer lugar, por no poder ver como Italia y Alemania se partían la cara dejándose puntos en la fase de grupos, siempre y cuando, la FIFA lo hubiera permitido.

No obstante, a pesar de que Italia no formara parte del partido de hoy, los coreanos se empotraron contra su portería como si de achurros se tratasen. Defendieron su territorio de una forma tan aguerrida y solidaria que me devolvieron la esperanza por el fútbol con dos cojones. De hecho, algunos aseguran haber visto al Cholo Simoene animar desde la banda. El portero de los chinos protegió la portería con los reflejos de Doraemon, asumiendo, primero, que Doreamon es coreano y, segundo, que el famoso gato cósmico destaque por sus reflejos.

Suecia empezó a merecer el gol, y tanto fue así que elevaron una querella por injusticia al Tribunal de La Haya que ahora mismo está siendo estudiada. Sin embargo, tienen prioridad la de España por mala suerte frente a Portugal y la de Francia, redactada por los propios franceses porque no se puede ganar jugando tan mal. Corea entendió que bajo el larguero no se empatan muchos partidos y decidió a estirarse en el campo y cuando mejor estaba, el jugador número 12 cometió penalti (aunque con ésto de los números y los chinos hay que tener cuidado). Un penalti tan claro como inútil, fruto, seguro, de esa defensa tan aguerrida y solidaria que le permitió mantener el marcador tal y como había empezado. El árbitro de campo, al parecer, no vio el penalti y mientras un vikingo de dos metros le gritaba y movía los brazos delante suya al tiempo que defendía un contra-ataque, el señor del VAR le susurró al oído: "Oye, tío, vaya penalti te has comido." El VAR mandó a Suecia al punto de penalti y Suecia mandó a un central a tirarlo. Capitán y con el cuatro a la espalda y en el pecho engañó al Dios de los reflejos, a la perfecta amalgama entre Buffon, Kahn, y el topo Casillas, a lo mejor que ha parido Corea, si dejamos a un lado al Amado Líder. Ojalá nuestro Levante unión Deportiva le tire la caña a este chico. Oier nunca me convenció. Solo falta que Tito se quite de encima esa manía estudiantil de dejar todo para el final  y se lance con el coreano, según parece, portugués sabe.

Corea se reorganizó y se proyectó en ataque por que, al fin y al cabo, el de hoy para ellos era el partido más importante en cuatro años y lo de dejarse llevar es una tradición que solo se estila en territorio español. Un cazador de dragones (estoy seguro que esta gente en su tiempo libre hace éso) estuvo muy cerca de igual el partido sobre el descuento, algo que no me hubiera parecido del todo injusto. En la última jugada del partido la pelota chocó con la mano del negro de Suecia que estaba pegada al cuerpo y por mucho que protestara el creador de Samsung ni el VAR, ni el árbitro accedieron.. La clasificación a la fase eliminatoria se les pone en chino filipino a los coreanos pero, por lo menos, ellos lo entienden.


domingo, 20 de mayo de 2018

Tancat per vancanses

El Levante Unión Deportiva está oficialmente de vacaciones. Hasta ayer, el Levante era el único equipo que se paseaba por los estadios de la geografía española sin portar el cartel que esta entrada titula. El Levante era la oposición a la holgazanería en España, como no ser gordo en los Estados Unidos de América. El primer equipo en tomarse unas vacaciones esta temporada fue el Málaga, que según mis espías siguen en las del año pasado. El segundo fue el Real Madrid Club de Fútbol: jornada 2, en el Bernabéu, Madrid, 2 - Valencia, 2, con goles de Asensio y dos chotos, y con una escopeta de feria francesa en la punta del ataque. Los equipos, poco a poco fueron cayendo en las plácidas garras de las vacaciones con el paso de las semanas. El Atleti pasó a verse broncearse en la playa cuando el Cholo dijo: "Messi tiene la camiseta del Barcelona y no la del Atleti", el Barcelona también. El Sevilla, más concretamente, desde que hicieron incar la rodilla al Manchester United en Old Trafford. El Betis, a pesar de tener al niñato de Joaquín, aguantaron sin vacaciones hasta las últimas tres jornadas. Aguantó sin vacaciones el Betis, porque mientras escribo ésto, el niñato ya ha concedido tres entrevistas a Bertín y grabado cinco videoclips con los que mañana abrirá Deportes Cuatro. Por su parte, el Valencia, según SuperDeporte, va a pelear cada punto que quede en juego por la afición, va a pelear hasta los amistosos de pretemporada de Julio. A nosotros, en los círculos de intelectuales de la Liga Española, nos comenzaron a llamar "mes de Agosto", porque cada semana mandábamos a uno de vacaciones: primero fue el Getafe de navajazo al riñón Bordalás con gol de Coke Andújar, después el Gerona de Pablo Machín con gol de José Luis Chupón Morales y, por último, la Unión Deportiva Las Palmas del impresentable de Jémez con golazo de José Gómez Campaña.

Y el Levante, no obstante, parecía querer seguir cotizando a la Seguridad Social hasta que el amigo Ricardo de Burgos Begoetxea pitara: "hasta aquí hemos llegao". Chupón Morales la pasó, el balón le llegó a Rubén Rochina y mirando al palco, puso el balón en toda la escuadra cruzada. Algunos aseguran que realmente, el chico del primer gol, era Bardhi repeinao. Grada Centra Alta ha indagado sobre el tema, como siempre al pie del cañon, y ha tenido acceso a cierta información que asegura que realmente el gol lo metió Enis aunque con el pelo de Rubén. Volviendo al asunto del pase de Chupón Morales, deseo con toda mi alma que algún día el Pelao de Silla hable con Morales y le enseñe que realmente puede ser mucho mejor jugador si después de hacer su regatito de rigor la pasara, mucho mejor de lo que ya es. Es el máximo goleador de la historia granota en Primera División, pero fácilmente, también podría ser el máximo asistente si se lo propusiera. Está en tus manos, José Luis.

JL Chupón tuvo el segundo en sus botas y probablemente la victoria. Su carrera por la banda izquierda fue, como de costumbre, colosal. Lo hizo todo bien, pero cambió una cosa en referencia al primer gol. El Chupón volvió a ser chupón, al pobre Armando Sadiku no se la pasa ni aunque apunten a JL con un pistola. Morales la acabó perdiendo. Y quizás, con aquella acción, el Levante se fue definitivamente de vacaciones. Era el minuto veinte y alguien grito en el centro del campo: "Pishaaaa, que mañana nos vamo a la playa" aseguran que fue Campaña. Lukiç pensaba igual pero el mismo mensaje, en serbio, no cala tan hondo. Ayer en Balaídos se demostró que no se puede ganar un partido sin centro del campo, como en la lógica de todos cabe esperar. Para colmo, la defensa era un coladero interesante: a Cabaco ayer lo embadurnas en ColaCao y a la espalda le pones el 16 e Issam El Adoua y nadie se da cuenta del cambio. Le sacaron amarilla al uruguayo y se perderá, por tanto, el primer partido de la temporada que viene, aunque, claro, habrá que esperar a que finalmente le den la amarilla a Cabaco y no pase como con el gol de Enis y se la den a Issam.

El gol del Celta tenía que acabar llegando. Y llegaron dos, cogiditos de la mano. Los dos fueron un churro. Porque hubo un tiempo en la era en la que el Levante era dirigido por El Pelao de Silla desde el banquillo que solo encajábamos golazos, y aquello fue el pan nuestro de cada día hasta que el amigo Felipe Coutiño emepezó a chutar a los defensas hace una semana, desde entonces solo sabemos recibir churros. Acabar aquella primera parte con empate en el marcador era un milagro que el yunque jamás permitiría. La peña, yo incluido, esperábamos clavar un golito después del descanso y pelear el partido hacia el final, pero... le marcamos cinco el Barsa y ya nos creemos aquí que meter y no encajar es fácil. Issam el Adoua... quiero decir... Erick Cabaco la lió, Maxi Gómez recogió la pelota y Aspas la empujó como Cristiano en sus buenos tiempos. El 3-1 parecía desdibujar cualquier pequeña intención de remontada.. El albanés Armando Sadiku (Albano es un cantante) tuvo el clavo ardiendo en sus botas, pero su periplo en el Levante acabó sin ningún gol, no esperaba muchos. El 4-1 cayó de corner y no fue un churro, casi lo celebré.

Jugó Fahaaaaaaaaad.

Aquello pudo acabar en 6-1, sin que nadie las manos a la cabeza se echara. No obstante, JL, al primer toque, convirtió en gol un excelente envío de José Campaña. Yo pensé en una remontada heroica, pero era la jornada 38 y el mismo asistente del segundo gol estaba ya buscando hotel por Trivago. En aquel momento, me acordé rápidamente del gol bien anulado a Giampaolo Pazzini (otro que se pilló las vacaciones pronto) el arbitraje del amigo Ricardo de Burgos Bengoetxea fue como mínimo lamentable, sin embargo, acertó en una decisión, un reloj estropeado marca la hora bien dos veces al día, y esa decisión, protagonizada por el yunque, fue la de anular el segón gol granota, marca per al Llevant, Giampaolo, Giampaolo, Giampaoloooooooooooooo Pachiiiiiniiiiiiiiiiii. ¡Qué felices fuimos con aquel día contra el Madrid!. Pero vayamos a grano: si usted, querido lector, es un árbitro completamente incompetente e inepto, pero posee la poca vergüenza de abusar de su poder de colegiado para sacar a pasear las amarillas, al equipo visitante, al primer amago de protesta, no se rinda, persista en su trabajo, Ricardo llegó a la élite de fútbol sin, además, saber cómo colocarse en un campo de fútbol para no estorbar la acción. Si, por el contrario, es buen árbitro contacte con Cuarto Milenio, Iker Jiménez quiere estudiar su caso. Nuestro querido frustrado intento de árbitro olvidó los dos acompañantes de su segundo pito, junto a las tarjetas amarillas de los locales, en su casa. Ricardo no estaba dispuesto a contemplar la posibilidad ser abucheado por el respetable a cambio de arbitrar como Dios manda. Pero, en cierto modo, puedo llegar a entender a de Burgos, ¿Quién cojones se va a despertar para ver un Celta - Levante de la jornada 38, los sin jugarse nada, un sábado a la una del medio día? Da igual lo que hiciera, nada se iba a enterar.

Por ir terminando, al final maquillamos el resultado, pero un maquillaje de los que se nota: evitamos ser goleados a la par que rememoramos una de las noche mágicas que el yunque de cuando en cuando permite en el Ciutat. Resulta muy difícil olvidar aquel doblete de Riga Mustapha que valió una permanencia. Levante, 4 - Valencia, 2.


domingo, 13 de mayo de 2018

Los indomables e invictus

Quizás esta noche se recuerde por el hat-trick de Emmanuel Boateng (Cristián, David y Manolo), quizás se recuerde por los tres goles de Coutiño, que hoy se equivocó y se calzó las botas de Messi. Puede que se recuerde por el gol estratosférico del francotirador macedonio, Enis Bardhi, para algunos se quedará este partido grabado en la retina por el penalti, también estratosférico de Boateng, que despejó a un catalán (ah, no que es el Barsa...) que despejó a un Gusiluz en lugar de a la pelota. Seguramente, será recordado por la noche en la que los indomables del Pelao de Silla le clavaron cinco a un Barsa invictus.

Era la jornada treinta y seis, el Barcelona había visitado los campos más dificiles de España sacando cuanto menos un empate: el Santiago Bernabéu, el Metropolitano, el Ramón Sánchez Pizjuán, el Benito Villamarín, Balaídos, Mestalla... (Jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja. Ya paro, ya paro). En el Camp Nou era un rodillo, y cuando no, Hernández Hernández ya se las arreglaba para mantener el casillero de derrotas culés a cero. En Barcelona solo se hablaba de acabar imbatido la liga, en estas últimas semanas se había nombrado en la ciudad condal a Arsène Wenger más que nunca, y no, no porque abandonara el Arsenal (Por favor, ¿Un catalán pensando en alguien más que en sí mismo? Seamos serios) sino por igualar el registro que el técnico francés consiguió con Henry y compañía hace 15 años. Peeero, faltaba el Ciutat.

En España, desde que Juan Carlos Unzué empezó a hacer manualidades Art Attack por Vigo y desde que Quique Setién coloca tantos defensas como suplentes de campo tiene en su banquillo, solo hay un equipo que juega al ataque. Y ese equipo, lo creáis o no, por muy extraño que parezca, es el Levante Unión Deportiva. Lo escribo y no me lo creo. Este Levante que abre cabezas y vende madres por dar un pase vertical, le clavó cinco goles al Barcelona. Cinco, uno por cada dedo de la mano. Y cinco fueron los necesarios, porque con uno menos, el Barcelona de Ernesto Valverde hubiera mantenido intacta su racha. 5-4. Es sin duda, resultado de un partido jugado en campo de tierra. Algunos abuelicos aseguran haber visto hoy ganar al Levante en el Vallejo. A Paco López le ha faltado nada para poner dos defensas, tres mediocentros y cinco delanteros.

José Luis Morales, en su enésimo ejercicio de chuponería (palabra derivada del adjetivo chupón) sirvió el 1-0 a Boateng, a puerta vacía. Media hora después, Manolito liquidó al guardameta culé, Marcos Andrés, para marcar su segundo gol, a puerta vacía. Porque hasta entonces, nuestro querido Boateng solo sabía marcar si no había portero (Real Madrid, Éibar, Málaga, Barcelona y Barcelona). Felipe Coutiño no estaba por la labor de dejar que la gente disfrutara de un 2-0 al descanso y con la inestimable colaboración de Róber Pier, que desvió el disparo, recortó distancias.

Después del descanso, José Luis Morales la pasó y pedí un deseo: "Que vaya dentro ese balón". El balón se coló entre la piernas de un gusiluz, hoy había unos cuantos en el Ciutat. La pelota le llegó a José Gómez Campaña, y el mismo señor de Grada Central que el día de Las Palmas dijo: "Pero pásala", esta vez dijo: "Pero tira, co***ño". Er maestro que no es amigo de hacerle caso a los locos de la grada dio un pas... una declaración de amor a Enis Bardhi. Le tiró los trastos, las fichas, la caña, el ancla, el barco y la casa entera. El ca***brón de Bardhi la metió por toda la escuadra. Te cagas. Poco después, Boateng demostró que sabía meter gol con un portero bajo palos. Te cagas. Sin tiempo para retomar una secuencia respiratorio corriente, tocó gritar gol otra vez, Bardhi también le pega con la izquierda. Si se lo propone le da con rosca hasta con la del medio.

Orriols nunca creyó en las hadas, nunca ha vivido en sus cuentos (hubo un año que nos metimos en Europa, pero sudor frío de aquellas últimas seis jornadas no nos lo quita nadie.). 5-1, contra el campeón invictus era demasiado para un body granota que digere las alegrías de una en una, y ya llevábamos cinco en una hora. Coutiño volvió a meter gol con ayuda de un defensa, por su supuesto. Luego no sé si vino el penalti de Boateng o el tercero de Coutiño, también con la inestimable colaboración de un defensa. El caso es que el lema de: "Forjados en el yunque de la adversidad" no nos lo apropiamos porque tenía gancho. Antonio Luna casi se mete en propia puerta pero como ya se ha dicho por este blog, la Virgen de los Desamparados es granota. El colega Felipe, se fue de cuatro y tiró a puerta, a poco del final, pero falló en lo más importante: apuntó a portería y no a un defensa, su primer disparo limpio de toda la noche levantó el "ufffff" en el Ciutat aunque la pelota acabara en el parque Orriols. Rubén Rochina tuvo en sus botas el sexto gol, pero su robo/disparo se fue lejos de la portería, ese gol nos hubiera privado de treinta segundos de agónico sufrimiento y el yunque no parecía muy de acuerdo con aquello, nunca lo ha parecido. Patint encara havent marcat cinc.

domingo, 15 de abril de 2018

Ay de "Ay con el Dépor"

¿Qué tal? En Orriols, por lo que se ve, somos amigos del cagazo (Todos los derechos reservado a Juan Luis Gómez, 2010). Incluso algunos ya estamos casados y tenemos varios hijos en común con la señora cagazo. El Real Club Deportivo de la A Coruña ganó. Mis conspiraciones eran infundadas. Efectivamente, el Dépor juega al fútbol y no a ese deporte extraño que parecían haberse inventado. Ayer pareció un equipo, de Primera División y todo. Derrotó por tres goles a dos al Athletic Club (que está de vacaciones desde noviembre, pero éso no se tiene en cuenta) y el descenso se acercó a nosotros hasta fijarse en los cinco puntos. Solo unos cuantos mantienen la calma, otros muchos sentimos en la nuca el aliento de unos muchachos de Galicia, un grupo de exagerados ya está mirando los precios de las entradas del campo del Reus para el año que viene. Luego, somos nosotros los primeros en quejarnos de entrenadores defensivos, pero también somos nosotros los primeros a los que se nos deslizan gotas de sudor frío con la espalda cuando al Dépor le da por ponerse a cinco más averach.

Hubiera sido tremendamente bonito que después de que Campaña nos pusiera carioca con su golazo en el descuento, se hubiera corrido un telón en el Ciutat y la temporada  hubiese terminado bajo el sol achicharrador de la Semana Santa, con la gente aplaudiendo y con el himno del Levante de fondo (el himno de mentira, ese que lo canta la chica. QUE TORNE JA EL SENYOR MACHOR QUE CANTA L'HIMNE EN VALENCIÀ"). Algunos juran haber visto ese telón, yo que soy de este siglo vi hasta los créditos. El levantinismo, en un poco común alarde de valentía y ambición lanzó las campañas al vuelo, yo el primero (Sí, lo de campañas lo he pensado yo solito) y ahora, una semana después, retrocedemos sigilosamente, temerosos del peso de nuestras palabras, mientras mantenemos el principal esfínter cerrado por no fallar contra el Málaga.

Lo nuestro, o lo mío, es increíble dudamos de ganar contra un equipo que ya tiene un pie y tres cuatros en Segunda División pero creemos firmemente que el Deportivo de Seedorf va a pasar por encima de los Juveniles del Sevilla el martes y del Leganés el viernes desestimando, por supuesto, que los jugadores liderados por el Negro Señor del Anillo siguen necesitando tres goles para ganar un partido porque con dos solo les da para empatar. Dudamos de salvar la categoría reposando sobre colchón de cinco puntos más gol averach cuando los equipos también se salvan por un punto o, como en nuestro caso, con los mismos. Dudamos de volver a visitar el Wanda cuando tenemos al Pelao de Silla a la banqueta. Dudamos de volver a sufrir el año que viene por salvar el culo cuando peleamos contra el Dépor de Seedorf. No obstante, rezo fuertemente por que el cagazo se quede en la grada y no baje al cesped.

En cuanto al partido de hoy... Róber bien, Cabaco bien, Lerma bien, Aly cojonudamente bien (hemos encontrado a nuestro fontanero) y Morales este mes nos ha salido chupón, ya se le pasará, lo de tirarse en cuanto pisaba el área también se le pasó. En resumen, lo de siempre: juegas bien, pero te caen tres. Va a acabar siendo verdad aquello de que lo mejor de éstos partidos son los días previos, cuando aún crees en las opciones de rascar algo.

domingo, 8 de abril de 2018

Hola Don Pepito

Ey, ¿qué pasa?. Para muchos que el excelente y acertado colegiado David Fernández Borbalán (es ironía, por Dios) pitara el final del encuentro les ha sentado como una patada en el culo, y no, no únicamente me refiero a los seguidores pío-pío, sino también aquellos graciosines que por lo que se ve en este país abundan. El colega José Gómez Campaña con su señor gol dio por finalizada una interminable semana completamente infectada con el chiste clásico de fútbol español. Y la dio por finalizada porque dicho a posteriori le arranca de cuajo la poca gracia que tiene a priori, porque está científicamente demostrado que el "Ayer se jugó el Levante - Las Palmas" queda varias veces peor que el "¿Sabes qué partido se juega este finde? (Nuestro amigo levanta los brazos) ¿Eh, eh? ¿Aún no sabes quien juega? (Sostiene en el aire las manos) el Levante - Las Palmas... jajajajajajaja." Vergonyós.