Y el Levante, no obstante, parecía querer seguir cotizando a la Seguridad Social hasta que el amigo Ricardo de Burgos Begoetxea pitara: "hasta aquí hemos llegao". Chupón Morales la pasó, el balón le llegó a Rubén Rochina y mirando al palco, puso el balón en toda la escuadra cruzada. Algunos aseguran que realmente, el chico del primer gol, era Bardhi repeinao. Grada Centra Alta ha indagado sobre el tema, como siempre al pie del cañon, y ha tenido acceso a cierta información que asegura que realmente el gol lo metió Enis aunque con el pelo de Rubén. Volviendo al asunto del pase de Chupón Morales, deseo con toda mi alma que algún día el Pelao de Silla hable con Morales y le enseñe que realmente puede ser mucho mejor jugador si después de hacer su regatito de rigor la pasara, mucho mejor de lo que ya es. Es el máximo goleador de la historia granota en Primera División, pero fácilmente, también podría ser el máximo asistente si se lo propusiera. Está en tus manos, José Luis.
JL Chupón tuvo el segundo en sus botas y probablemente la victoria. Su carrera por la banda izquierda fue, como de costumbre, colosal. Lo hizo todo bien, pero cambió una cosa en referencia al primer gol. El Chupón volvió a ser chupón, al pobre Armando Sadiku no se la pasa ni aunque apunten a JL con un pistola. Morales la acabó perdiendo. Y quizás, con aquella acción, el Levante se fue definitivamente de vacaciones. Era el minuto veinte y alguien grito en el centro del campo: "Pishaaaa, que mañana nos vamo a la playa" aseguran que fue Campaña. Lukiç pensaba igual pero el mismo mensaje, en serbio, no cala tan hondo. Ayer en Balaídos se demostró que no se puede ganar un partido sin centro del campo, como en la lógica de todos cabe esperar. Para colmo, la defensa era un coladero interesante: a Cabaco ayer lo embadurnas en ColaCao y a la espalda le pones el 16 e Issam El Adoua y nadie se da cuenta del cambio. Le sacaron amarilla al uruguayo y se perderá, por tanto, el primer partido de la temporada que viene, aunque, claro, habrá que esperar a que finalmente le den la amarilla a Cabaco y no pase como con el gol de Enis y se la den a Issam.
El gol del Celta tenía que acabar llegando. Y llegaron dos, cogiditos de la mano. Los dos fueron un churro. Porque hubo un tiempo en la era en la que el Levante era dirigido por El Pelao de Silla desde el banquillo que solo encajábamos golazos, y aquello fue el pan nuestro de cada día hasta que el amigo Felipe Coutiño emepezó a chutar a los defensas hace una semana, desde entonces solo sabemos recibir churros. Acabar aquella primera parte con empate en el marcador era un milagro que el yunque jamás permitiría. La peña, yo incluido, esperábamos clavar un golito después del descanso y pelear el partido hacia el final, pero... le marcamos cinco el Barsa y ya nos creemos aquí que meter y no encajar es fácil. Issam el Adoua... quiero decir... Erick Cabaco la lió, Maxi Gómez recogió la pelota y Aspas la empujó como Cristiano en sus buenos tiempos. El 3-1 parecía desdibujar cualquier pequeña intención de remontada.. El albanés Armando Sadiku (Albano es un cantante) tuvo el clavo ardiendo en sus botas, pero su periplo en el Levante acabó sin ningún gol, no esperaba muchos. El 4-1 cayó de corner y no fue un churro, casi lo celebré.
Jugó Fahaaaaaaaaad.
Aquello pudo acabar en 6-1, sin que nadie las manos a la cabeza se echara. No obstante, JL, al primer toque, convirtió en gol un excelente envío de José Campaña. Yo pensé en una remontada heroica, pero era la jornada 38 y el mismo asistente del segundo gol estaba ya buscando hotel por Trivago. En aquel momento, me acordé rápidamente del gol bien anulado a Giampaolo Pazzini (otro que se pilló las vacaciones pronto) el arbitraje del amigo Ricardo de Burgos Bengoetxea fue como mínimo lamentable, sin embargo, acertó en una decisión, un reloj estropeado marca la hora bien dos veces al día, y esa decisión, protagonizada por el yunque, fue la de anular el segón gol granota, marca per al Llevant, Giampaolo, Giampaolo, Giampaoloooooooooooooo Pachiiiiiniiiiiiiiiiii. ¡Qué felices fuimos con aquel día contra el Madrid!. Pero vayamos a grano: si usted, querido lector, es un árbitro completamente incompetente e inepto, pero posee la poca vergüenza de abusar de su poder de colegiado para sacar a pasear las amarillas, al equipo visitante, al primer amago de protesta, no se rinda, persista en su trabajo, Ricardo llegó a la élite de fútbol sin, además, saber cómo colocarse en un campo de fútbol para no estorbar la acción. Si, por el contrario, es buen árbitro contacte con Cuarto Milenio, Iker Jiménez quiere estudiar su caso. Nuestro querido frustrado intento de árbitro olvidó los dos acompañantes de su segundo pito, junto a las tarjetas amarillas de los locales, en su casa. Ricardo no estaba dispuesto a contemplar la posibilidad ser abucheado por el respetable a cambio de arbitrar como Dios manda. Pero, en cierto modo, puedo llegar a entender a de Burgos, ¿Quién cojones se va a despertar para ver un Celta - Levante de la jornada 38, los sin jugarse nada, un sábado a la una del medio día? Da igual lo que hiciera, nada se iba a enterar.
Por ir terminando, al final maquillamos el resultado, pero un maquillaje de los que se nota: evitamos ser goleados a la par que rememoramos una de las noche mágicas que el yunque de cuando en cuando permite en el Ciutat. Resulta muy difícil olvidar aquel doblete de Riga Mustapha que valió una permanencia. Levante, 4 - Valencia, 2.