El Levante ha ganado y ha sido gracias a quienes se fueron del partido del Sevilla mientras discutían con el aire al grito de: "si es que no corren", a quienes exigían que jugase Vuchevich después de verlo jugar tantas veces como goles ha metido Guedes (hace tiempo se imploraba un cambio de Reyes en la Corona Española, ahora el cambio es de centrocampistas. Los tiempo cambian, los tontos no.) También la victoria de hoy ha sido gracias a quienes, después de perder en Valladolid, cogieron el coche, pusieron a Paco López en la radio y mientras soltaban sinsentidos por la boca fueron al Polideportivo Municipal de Rocafort a preguntar por el precio de las entradas.
El Pelao de Silla puso el once patas arriba y los causante de la victoria empezaron con el rollo de los palazos de ciego, el jueves por la noche imperaba el si es que no cambia na. Mucho choto incorrectamente bien orientado. Paquito puso tres defensas porque el sacrificio defensivo de Toño y Jason juntos no sirve ni para un mediapunta; pero diga lo que diga Paquito fue una estrategia amarrategui: donde antes habían dos ahora habían tres. Por instantes, el Levante formó con el mítico 3-3-4 con el que mi hermano arrasaba en la liga Máster del Pro Evolution 6 y ese sistema es la vertiente defensiva de SuperPaco, que nos dure.
El Levante volvió a ser el que era y que por noventa minutos se olvidó de ser. Algún espabilao rompió el pase cuando Ibái congelo el tiempo con un centro de exterior (EN MI PUTA VIDA HE LEVANTADO LA PELOTA DÁNDOLE CON EL EXTERIOR.), y Sobrino remató la faena y la pelota. Gol bien montado pero quizás remediable si a Rochina no le hubiese dado por hacer la elástica con caño de Ronaldinho en el punto de penalti, en el nuestro. Por fortuna el tanto del hijo de tu hermano (Jeje) solo sirvió para sellar la primera remontada de la era PacoLo, que ya tocaba una.
La sangre volvió a correr por las arterias de los nuestros al igual que Jason hizo lo mismo por la banda. La primera jornada firmé jugar con diez pero que en una jugada apareciese y diese una asistencia. Lo firmé, lo firmo, y, si no cambian mucho las cosas, lo firmaré. Pero es que hoy, además de gol, ha aportado. Espectacular. Rochina entendió que la cabeza de Jason era como la escuadra y Jason entendió que los palos de la portería eran las piernas de un lateral, e hizo un caño.
Cabaco, harto de echarse unos pa unos sin camiseta, y sin balón, en Maybe, acertó con la rosca turca en movimiento y un despeje suyo terminó siendo rematado por un señor calvo y con peto naranja que se paseaba por Grada Central y que acabó devolviendo en soberbio cabezazo la pelota al césped. Lo mejor de la temporada. Un gol no levanta ni tantos aplausos ni a tanta gente en Grada Central.
A Morales alguién le tiene que explicar que tiene que jugar a un toque. Morales, un toque. Morales, un toque. Cuando jugó así hicimos algo, cuando no, Toño cogió el rebote estampó la pelota contra la red. Remontemos. Antes Rochina había tirado fuera una, que yo también la fallaría, pero no creo que muchos zurdos la fallasen.
Tras el paso por el vestuario el Levante acojonose y pese a ello, pese a jugar como contra el Betis, tuvimos dos clarísimas: Morales no la metió y Boateng no pudo meterla (dos goles de corner en tres días nunca lo admitiría el señor i griega). El Alavés esclafó una pelota al palo, puede que lo agradezcamos pasado un tiempo y el señor colegiado tuvo a bien jodernos hasta que nos metiesen, pero el yunque fue permisivo. Gracias.