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domingo, 2 de julio de 2017

Diamante en bruto

Si algo ha hecho el ya pasado mes de junio es poner en relieve a los jóvenes valores futbolísticos españoles y el campeonato europeo para menores de veintiún años solo ha sido el colofón final. La fase de promoción desde la Segunda División B a la Segunda División A ha acentuado especialmente la figura de los equipos filiales. Real Club Celta de Vigo "B", Fútbol Club Barcelona "B" y Valencia Mestalla Club de Fútbol acabaron la temporada regular en las cuatro primeras posiciones lo que le permitió clasificarse a la eliminatoria que da acceso a la división de plata del fútbol español donde las últimas dos escuadras han dado mucho de qué hablar. En el concreto caso del filial de la capital del Turia, la ciudad de Valencia ha experimentado un auténtico terremoto social por la posibilidad de que la temporada próxima el Mestalla se luciera por los estadios de toda la geografia española, los desplazamientos a Murcia o a Albacete son una buena prueba de este hecho. Por parte del segundo equipo culé diría que basta con apuntar que en la próxima campaña acompañará al Sevilla Atlético como segundo equipo filial en Segunda "A".



Las comparaciones son odiosas pero si algo nos gusta aquí es equipararnos con el resto de los países europeos y que mejor momento que éste para comparar el modelo organizativo de los equipos filiales español con el británico. En primer lugar, he de puntualizar que mientras en España los equipos filiales sí pueden jugar contra otros primeros equipos, en Inglaterra existe una liga a nivel nacional dedicada a jugadores que no superan los veintiún años y otra liga de idénticas características pero para menores de veintitrés. A partir de aquí ya os puedo presentar a José y a John. Ambos ya ha completado dos temporadas en un equipo filial de primera división. Los dos conservan un historial idéntico: fueron fichado del equipo de su barrio y han ido quemando etapas en los mejores equipos de la escuela, es decir, el camino que han recorrido es el que lleva el nombre de un debut en la élite. El rendimiento de John está un peldaño por encima al de sus compañeros e incluso es uno de los mejores jugadores de la liga. Por su parte, José destaca en su equipo y progresivamente ha ido tomando protagonismo en Segunda División "B". Mientras John, de igual edad que José, ha estado jugando contra chavales de una edad similar como si se tratara de una categoría posterior a juvenil, José, de igual edad que John, se ha curtido, durante dos años, con jugadores que le sacaban diez primaveras, tal y como ocurre en Primera. Ha visitado estadios complicados en los que nada de lo que hiciera recibiría el beneplácito del respetable, tal y como ocurre en Primera y ha sufrido ese otro tipo del fútbol, tan propio de la categoría de bronce del fútbol español, y practicado por futbolista que conocen todas la estratagemas que conducen al fin sin importar los medios, tal y como puede llegar a ocurrir en Primera. Después de todo ¿Quién tendrá más facilidades a la hora de entrar en la dinámica de Primera División?

En España las escuelas de fútbol educan en términos futbolísticos a los jóvenes y los filiales los adapta a la élite en un modelo a escala reducida llamada Segunda División "B", y los dos aspectos son igual de importante en el éxito de un diestro del balonpié. De esta forma se minimiza el tiempo de aclimatación al primer equipo y se maximiza las posibilidades de formar parte de la competición suprema a nivel nacional, el cual es el objetivo prioritario del banco de pruebas que resulta ser un equipo filial. Tanto los dos filiales que jugarán la temporada que viene en La Liga 1|2|3, como los once que lo harán en la categoría de bronce, así como los tres equipos clasificados a los definitivos play-off son datos que avalan el triunfo de un programa de formación de jóvenes talentos ejemplar.

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